Super Kermesse Bros

Había una vez un grupo de alumnos de recreación muy creativos y divertidos que estaban emocionados por organizar la Kermesse anual de su escuela. Ellos querían hacer algo diferente y especial para este evento tan importante.

Un día, durante una reunión, la profesora les dijo: "Chicos, quiero que piensen en juegos y propuestas innovadoras para nuestra Kermesse. Quiero ver sus mentes trabajando a todo vapor".

Los alumnos se miraron unos a otros con entusiasmo y comenzaron a pensar en ideas locas e imaginativas. Uno propuso un juego donde los participantes tenían que lanzar pelotas a través de agujeros hechos en una tabla giratoria mientras esta daba vueltas rápidamente.

Otro sugirió un laberinto hecho con globos inflados donde los niños debían encontrar el camino correcto sin reventar ningún globo.

Pero fue entonces cuando uno de los alumnos llamado Juanito tuvo una idea brillante: "¿Qué tal si hacemos un juego gigante inspirado en el clásico videojuego Mario Bros? Los niños podrán saltar sobre bloques flotantes, recolectar monedas y derrotar al jefe final para ganar premios". Todos quedaron impresionados con la idea de Juanito y decidieron poner manos a la obra inmediatamente.

Trabajaron arduamente durante semanas construyendo el juego gigante hasta que finalmente llegó el gran día. La Kermesse estaba llena de gente emocionada por probar todos los juegos y actividades preparadas por los alumnos.

Pero cuando vieron el juego inspirado en Mario Bros, no podían creer lo que veían. Era enorme, colorido y lleno de detalles increíbles. Los niños corrían y saltaban en el juego mientras los padres aplaudían emocionados.

Cuando la Kermesse terminó, todos estaban agotados pero felices de haber hecho algo tan especial. La profesora les dijo: "Chicos, estoy muy orgullosa de ustedes. Han demostrado que con creatividad y trabajo en equipo, pueden lograr cualquier cosa".

Los alumnos se miraron unos a otros con una sonrisa en el rostro y supieron que habían creado un recuerdo inolvidable para todos los asistentes a la Kermesse. Y así, aprendieron que cuando trabajan juntos e imaginan cosas maravillosas, pueden hacer realidad sus sueños más locos.