Suri y el Monstruo de las Montañas Escocesas
Suri era una perrita muy curiosa y aventurera. Siempre le gustaba explorar los rincones más recónditos de las montañas escocesas, donde vivía con su dueña, la señora MacPherson.
Un día, mientras caminaba por un sendero que nunca antes había explorado, notó unas huellas extrañas en el suelo. Eran grandes y profundas, como si alguien o algo muy pesado hubiera pasado por allí recientemente.
Suri se acercó a olfatear las huellas y pudo sentir un aroma extraño que no reconocía. De repente, sintió un escalofrío recorrerle todo el cuerpo.
¿Sería posible que lo que ella estaba buscando fuera real? ¿Podría ser verdad que existiera un monstruo similar al Yeti en esas montañas? Emocionada ante esa posibilidad, Suri decidió seguir las huellas del misterioso ser para ver adonde llevaban. Siguió avanzando durante horas hasta llegar a una cueva oscura y tenebrosa. "Guau guau" - ladró Suri para llamar la atención del monstruo.
De repente apareció el Monstruo similar al Yeti frente a ella. Era enorme y animal, pero no parecía agresivo ni peligroso. "Hola amiguito", dijo Suri intentando entablar una conversación.
"¿Cómo te llamas?"El Monstruo gruñó algo incomprensible y Suri supo entonces que debían encontrar alguna forma de comunicarse mejor. Juntos pasaron muchos días aprendiendo el uno del otro: Suri le enseñaba palabras en inglés mientras que él le enseñaba a sobrevivir en la naturaleza.
Pasaban los días explorando las montañas, jugando juntos y aprendiendo nuevos trucos. Un día Suri se dio cuenta de que extrañaba su hogar y a su dueña, la señora MacPherson.
Decidió entonces que era hora de regresar e invitar al Monstruo a unirse a ella en su nueva casa. "Amigo mío, ¿te gustaría venir conmigo? En mi hogar tendrás comida, techo y muchos amigos caninos", dijo Suri. El Monstruo no estaba seguro si quería dejar su hogar en las montañas pero finalmente decidió acompañarla.
Cuando llegaron al pueblo, todos quedaron asombrados al ver al monstruo animal caminando por las calles. Pero luego de conocerlo mejor se dieron cuenta de que era una criatura amable y gentil.
La señora MacPherson abrazó emocionada a Suri cuando regresó sana y salva junto con el Monstruo similar al Yeti. Desde ese momento vivieron todos juntos felices para siempre en una granja rodeada de hermosas montañas escocesas.
Suri demostró que la curiosidad y la valentía son características importantes para descubrir cosas nuevas e inesperadas. Además, nos enseña sobre el valor de la amistad sin importar nuestras diferencias físicas o culturales.
FIN.