Susanita y las malas amistades



Había una vez una niña llamada Susanita que acababa de mudarse a un nuevo pueblo. Susanita estaba emocionada por hacer nuevos amigos en su escuela. Sin embargo, cuando llegó al colegio, un grupo de chicos se le acercó.

"¡Ey, tú! ¿Eres nueva aquí?", dijo el chico más grande con tono burlón. Susanita, emocionada por la posibilidad de hacer amigos, respondió: "Sí, acabo de llegar. ¿Quieren ser mis amigos?" Los chicos se miraron entre ellos y soltaron carcajadas.

"¡Ja! ¡Tú, nuestra amiga? ¡No lo creo! Eres muy rara", dijo uno de ellos. Susanita, sin entender, les respondió: "Pero yo solo quiero tener amigos."

Los chicos siguieron burlándose de ella, pero Susanita, en su inocencia, pensó que ellos estaban siendo amables de una manera extraña. Los días pasaron y los chicos seguían tratando mal a Susanita, haciéndole bromas pesadas y excluyéndola de sus juegos. A pesar de todo, Susanita siempre buscaba demostrarles lo buena amiga que podía ser.

Un día, llegó una nueva niña al colegio. Al verla sola, Susanita se acercó y le ofreció su amistad. La niña, muy agradecida, aceptó encantada.

Con el tiempo, la nueva amistad de Susanita la llevó a descubrir que los chicos que se habían acercado a ella al principio no eran sus verdaderos amigos, sino que solo querían hacerle daño. Aprendió que la verdadera amistad se basa en el respeto, la sinceridad y el apoyo mutuo.

Susanita se alejó de los chicos que la trataban mal y encontró la felicidad al lado de su nueva amiga. Juntas vivieron muchas aventuras y se apoyaron en todo momento, construyendo una amistad verdadera y duradera.

FIN.

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