Tachito, el payaso de la alegría



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Alegría, un payaso muy especial llamado Tachito.

Lo que lo hacía único no era solo su nariz roja brillante o sus zapatos enormes, sino que Tachito se vestía de diferentes colores todos los días. Un día soleado, Tachito decidió salir a alegrar a los niños del pueblo con su espectáculo colorido.

Se vistió con un traje amarillo brillante y salió a la plaza central donde los niños ya estaban esperando ansiosos su llegada. - ¡Hola chicos! ¿Están listos para divertirse? - exclamó Tachito mientras hacía malabares con pelotas de colores. Los niños reían y aplaudían maravillados por las habilidades del payaso.

Después de un rato, Tachito decidió cambiar su traje amarillo por uno verde esmeralda. - ¡Wow! ¡Miren mi nuevo color! ¿Les gusta? - preguntó Tachito mientras hacía figuras con globos verdes para los pequeños.

La gente del pueblo se sorprendió al ver cómo el payaso cambiaba de color como si fuera un arcoíris en movimiento. Los niños corrían detrás de él emocionados por descubrir cuál sería el próximo color que usaría. Sin embargo, algo inesperado sucedió esa tarde.

Mientras Tachito se preparaba para ponerse un traje azul cielo, una fuerte ráfaga de viento sopló y se llevó todas sus telas de colores lejos, dejándolo sin nada que ponerse.

- ¡Oh no! ¿Qué voy a hacer ahora? - exclamó preocupado el payaso mirando hacia donde habían volado sus trajes. Los niños se acercaron a consolarlo y uno de ellos dijo:- No te preocupes, Tachito. Nosotros te ayudaremos a encontrar tus colores otra vez.

Entonces, todos juntos emprendieron una búsqueda por todo el pueblo en busca de las telas perdidas. Recorrieron calles y plazas hasta llegar al bosque cercano donde finalmente encontraron cada pedacito de tela esparcido entre los árboles y arbustos.

Con mucha creatividad e ingenio, los niños ayudaron a coser nuevamente las telas formando un hermoso traje multicolor para Tachito. El payaso estaba tan emocionado y agradecido que decidió premiarlos con un último número sorpresa usando todos sus colores juntos en una actuación espectacular llena de magia y alegría.

Desde ese día en adelante, el payaso Tachito siguió vistiendo su traje multicolor no solo para entretener a los niños del pueblo sino también como símbolo de la importancia del trabajo en equipo, la solidaridad y la creatividad para superar cualquier obstáculo que se presente en la vida.

Y así, cada presentación suya era más especial porque recordaba aquel día inolvidable donde encontró mucho más que simples telas perdidas: encontró amigos verdaderos dispuestos a ayudarlo siempre.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!