Talentos en la Escuela 89


Había una vez en la Escuela 89 de Chichinales, un pequeño pueblo en el corazón de Argentina, donde el director Julio, la vicedirectora Andrea y la bibliotecaria Adriana estaban muy emocionados por organizar un evento especial para todos los niños.

Un día, durante la reunión semanal del personal de la escuela, Julio levantó la mano y dijo: "¡Chicos! ¡Tenemos que hacer algo grandioso para nuestros estudiantes! ¿Qué les parece si organizamos un concurso de talentos?"Andrea asintió emocionada y agregó: "¡Sí! Será una excelente manera de fomentar la creatividad y el trabajo en equipo entre los niños.

Además, podrán mostrar sus habilidades especiales ante toda la comunidad escolar. "Adriana sonrió y exclamó: "¡Me encanta la idea! Podríamos transformar nuestra biblioteca en un escenario mágico donde los chicos brillen como las estrellas que son.

"Así fue como comenzaron a planificar el gran evento. Los tres se dividieron las tareas: Julio se encargaría de coordinar las inscripciones y horarios; Andrea prepararía las decoraciones y premios; mientras que Adriana se ocuparía de promocionar el concurso entre los estudiantes.

Los días pasaron rápidamente y finalmente llegó el esperado día del concurso. El auditorio estaba lleno de padres, maestros y compañeros emocionados por ver a los talentosos niños actuar.

Uno a uno, los participantes subieron al escenario para mostrar sus habilidades: hubo bailarines, cantantes, magos e incluso algunos chicos recitaron poemas escritos por ellos mismos. El público aplaudía y vitoreaba a cada actuación.

En medio del evento, justo cuando parecía que todo iba sobre ruedas, se fue la luz repentinamente. Todos quedaron sorprendidos e inquietos.

Pero sin perder tiempo ni ánimo, Adriana tomó un micrófono e improvisó: "¡Chicos! ¿Qué les parece si continuamos este maravilloso espectáculo a la luz de nuestras linternas? ¡El show debe continuar!"Los niños asintieron emocionados y sacaron sus linternas mientras Adriana iluminaba desde su mesa en medio del auditorio. La magia volvió al escenario con una nueva luz tenue pero cálida que envolvía a todos.

Al finalizar todas las presentaciones, llegó el momento crucial de anunciar a los ganadores. Julio tomó el micrófono y dijo: "Todos ustedes son verdaderamente talentosos, pero tenemos que elegir a unos pocos como ganadores.

" Y así fueron revelando uno a uno hasta llegar al gran premio. La emoción era palpable en el aire cuando finalmente anunciaron al ganador absoluto del concurso de talentos. Era Juanito, un tímido niño que sorprendió a todos con su increíble habilidad para tocar el piano.

Los aplausos resonaron fuertemente en todo el auditorio mientras Juanito recibía su premio entre lágrimas de felicidad. Ese día todos aprendieron una valiosa lección sobre perseverancia, trabajo duro y apoyo mutuo.

Y así concluyó este maravilloso evento organizado por Julio, Andrea y Adriana en la Escuela 89 de Chichinales; demostrando una vez más que juntos pueden lograr cosas extraordinarias cuando trabajan en equipo.

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