Talentosas en el Kickingball
Había una vez en la cancha del Dorado FC un chico llamado Jc que amaba el Kickingball más que nada en el mundo. Desde que empezó a jugar en 2016, siempre estaba practicando y mejorando sus habilidades.
Un día, se dio cuenta de que las mujeres esposas y novias de los jugadores venían a ver los partidos pero nunca participaban.
Jc pensó que sería genial involucrar a estas mujeres en el juego, así que decidió invitarlas a jugar Kickingball con él todos los días después de los entrenamientos. Al principio, muchas de ellas se mostraron reacias. Algunas decían que no les gustaba jugar deportes, otras mencionaban que no tenían amigas en el equipo.
Pero Jc era persistente y amable. Les explicaba lo divertido que era el Kickingball y cómo podían hacer ejercicio mientras se divertían. Poco a poco, algunas mujeres comenzaron a ceder ante la insistencia de Jc y decidieron probarlo.
"¡Vamos chicas, van a ver lo bien que nos vamos a divertir jugando juntas!", exclamaba Jc con entusiasmo. Al principio fue un poco difícil para ellas acostumbrarse al juego, pero con la paciencia y aliento de Jc, pronto comenzaron a disfrutarlo.
Descubrieron nuevas habilidades en sí mismas y se sorprendieron de lo mucho que podían lograr trabajando en equipo.
Con el tiempo, las mujeres esposas y novias se convirtieron en un equipo formidable gracias al apoyo mutuo y la guía de Jc. Comenzaron a ganar partidos y su confianza creció cada día más. Un día, organizaron un torneo especial solo para mujeres donde compitieron contra otros equipos femeninos.
Fue emocionante ver cómo habían pasado de no querer participar en absoluto a convertirse en jugadoras apasionadas y talentosas gracias al esfuerzo conjunto. Al final del torneo, todas las mujeres estaban radiantes de alegría por haber descubierto una nueva pasión gracias al Kickingball.
Agradecieron a Jc por haberles abierto las puertas a este maravilloso mundo lleno de diversión y compañerismo. Desde ese día, nunca más dejaron pasar la oportunidad de jugar juntas e inspirar a más personas a unirse al emocionante mundo del Kickingball.
Y todo esto fue posible gracias al espíritu perseverante e inclusivo de Jc.
FIN.