Tardes de sueños en la Patagonia



Había una vez en el bosque encantado de la Patagonia un osito llamado Benito.

Benito era un osito muy travieso y juguetón, pero tenía un problema: ¡No le gustaba ir a dormir temprano! Todas las noches, cuando el sol se escondía detrás de las montañas y las estrellas iluminaban el cielo, la mamá de Benito le decía:"Benito, es hora de ir a dormir.

"Pero él siempre respondía con una sonrisa pícara:"¡Solo un ratito más, mamá! Todavía no tengo sueño. "Y así pasaban las horas, con Benito saltando de rama en rama, jugando con sus amigos animales y evitando ir a su cueva para descansar.

Una noche, mientras todos los demás animalitos del bosque ya estaban durmiendo plácidamente, Benito se encontró con Don Cuco, un búho sabio que vivía en lo alto de un árbol centenario. "¿Qué haces despierto a esta hora, Benito?" -preguntó Don Cuco con curiosidad. "No me gusta dormirme temprano.

Quiero seguir jugando y divirtiéndome toda la noche", respondió Benito con determinación. Don Cuco lo miró fijamente con sus grandes ojos amarillos y le dijo:"Benito, el descanso es tan importante como la diversión.

Si no duermes lo suficiente, te sentirás cansado y malhumorado durante el día. Además, tu cuerpo necesita tiempo para crecer fuerte y sano. "Benito reflexionó sobre las palabras del sabio búho y finalmente entendió que tenía que cambiar su actitud hacia el sueño.

Esa misma noche, cuando su mamá le dijo que era hora de ir a dormir, Benito no protestó. Se metió en su cálida cueva, se acurrucó bajo su manta favorita y cerró los ojitos sin chistar.

Al despertar al día siguiente sintiéndose renovado y lleno de energía como nunca antes había experimentado. Desde ese momento en adelante comprendió la importancia de tener una buena rutina de sueño para cuidar su salud y bienestar.

Y así fue como Benito aprendió que aunque jugar fuera muy divertido también era necesario descansar para crecer feliz y saludable en el bosque encantado de la Patagonia.

Y cada noche esperaba ansioso ese momento especial donde cerraba los ojos sabiendo que al despertar tendría todo un nuevo día por delante lleno aventuras por vivir junto a sus amigos del bosque.

FIN.

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