Tatiana y el miedo al sapo

Tatiana era una niña muy valiente, pero tenía un gran miedo a los sapos. Cada vez que veía uno, se ponía nerviosa y corría asustada.

Un día, su abuela le contó la historia de un sapito llamado Pancho, que vivía en el jardín y quería ser amigo de Tatiana. Aunque al principio le costó, Tatiana decidió enfrentar su miedo y acercarse a Pancho. Descubrió que los sapos no eran tan malos como pensaba, y juntos vivieron nuevas aventuras.

Con el tiempo, Tatiana superó su miedo y se convirtió en la defensora de los sapos en su vecindario.