Terci y sus amigos de la selva


Había una vez en la selva un terciopelo muy presumido llamado Terci. Siempre se pavoneaba mostrando su suave y brillante pelaje a todos los animales que pasaban por su camino.

Un día, mientras caminaba con altivez, se encontró con un jaguar llamado Javi que estaba tratando de atrapar a un saino para alimentarse. "¡Detente, Javi! No puedes lastimar al saino", exclamó Terci preocupado.

El jaguar se detuvo sorprendido por la valentía del terciopelo y le preguntó por qué lo ayudaba. "Porque todos merecen ser tratados con respeto y bondad, sin importar cómo luzcan o de dónde vengan", respondió Terci con sabiduría. Javi reflexionó sobre las palabras del terciopelo y decidió cambiar su forma de actuar.

Desde ese momento, se convirtió en amigo del saino llamado Santi, quien agradecido por haber sido salvado, les enseñó a ambos el valor de la amistad y la solidaridad.

Los tres animales comenzaron a pasar tiempo juntos explorando la selva, aprendiendo unos de otros y compartiendo experiencias únicas. Terci descubrió que la verdadera belleza radica en el interior de cada ser vivo, no solo en su apariencia externa.

Javi aprendió a controlar sus instintos cazadores y a respetar a los demás habitantes del bosque. Y Santi comprendió que siempre hay bondad en el mundo, incluso en aquellos que parecen diferentes.

Así, el terciopelo, el jaguar y el saino demostraron que la diversidad es algo hermoso que nos enriquece como individuos y como sociedad. Y juntos vivieron muchas aventuras felices bajo el manto verde de la selva.

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