Tere y el Puente de los Recuerdos



Una mañana soleada, Tere se sentó en una banca del parque, mirando a los niños jugar. Mientras sonreía, su mente comenzó a viajar al pasado, hacia su infancia llena de desafíos y aprendizajes valiosos.

Recordó el día en que su papá se fue. Tenía solo seis años y, a partir de ese momento, su mamá tuvo que hacerse cargo de cinco hijos.

"- Mami, ¿por qué se fue papá? - le preguntó Tere, con lágrimas en los ojos.

- A veces, las personas toman caminos diferentes, cariño. Pero siempre estaremos juntas, y esa es nuestra fuerza - respondió su mamá, tomando la mano de Tere con ternura.

A medida que crecía, Tere vio cómo su mamá se esforzaba por brindarles lo mejor. Trabajaba en diferentes empleos, siempre con una sonrisa en el rostro. Nunca olvidó lo que su mamá le decía:

"- La educación es nuestro tesoro más grande, Tere. Nunca dejes que nada te detenga en tu camino hacia el conocimiento - le decía, mientras le ayudaba con las tareas escolares.

Las noches eran a veces frías y oscuras, pero en su hogar siempre había calidez. Un día, mientras cocinaban juntas, Tere le preguntó a su mamá.

"- Mami, ¿por qué nunca te rindes? -

Su mamá sonrió y respondió:

"- Porque el amor y el esfuerzo siempre valen la pena. Si no luchamos por nuestros sueños, ¿quién lo hará? -

Con el tiempo, Tere se convirtió en una estudiante brillante. Pasaba largas horas en la biblioteca, devorando libros y aprendiendo sobre el mundo. Un día, mientras leía, escuchó a unos niños jugar en la calle y decidió salir a jugar con ellos. Su sonrisa iluminó sus rostros, y juntos construyeron un castillo de arena en el parque.

"- ¡Vamos, Tere, eres la mejor constructora! - le gritaron los niños.

Tere entendió que el amor por los niños había crecido en ella gracias a su propio viaje. Recordó la valentía de su madre y cómo ella siempre le había enseñado a ser honesta y justa. E inspirada por esto, decidió organizar un taller de lectura en su barrio, para que todos los niños pudieran disfrutar de los libros como ella lo había hecho.

"- ¡Niños, los invito a un viaje mágico con los libros! - Exclamó Tere, con entusiasmo.

Pero no todo fue fácil. Algunos padres dudaban de la idea:

"- ¿Por qué deberían mis hijos leer, si pueden jugar en la calle? - dijo un padre preocupado.

"- Porque leer les abrirá puertas a mundos nuevos y les ayudará a soñar. Yo vine de la pobreza, y los libros me dieron alas - contestó Tere con convicción.

Luego de varias semanas de esfuerzo, organizó el primer taller. Para su sorpresa, varios niños se acercaron, deseosos de conocer nuevas historias.

"- ¡Bienvenidos! Aquí no solo leeremos, ¡también contaremos historias! - exclamó Tere, sonriendo mientras los pequeños se acomodaban.

La primera historia que compartió fue sobre un héroe que vencía dragones con valentía.

"- Y ¿saben qué es lo más importante? - dijo Tere, emocionada.

Los niños la miraron expectantes, ansiosos de saber sobre el desenlace.

"- El valor no está solo en la fuerza, sino en enfrentar nuestros miedos y ayudar a otros. -

A medida que el tiempo pasaba, el taller se llenaba más y más. Los niños aprendieron de la honestidad, el trabajo duro y el valor de soñar, al igual que lo había hecho Tere años atrás.

Un día, mientras se preparaba para el taller, un niño con una sonrisa tímida se le acercó.

"- Tere, yo quiero leer un cuento en el taller. - dijo, nervioso.

"- ¡Por supuesto! Todos tienen una historia que contar. Lo importante es que te atrevas a compartirla, ven, estoy aquí para apoyarte. -

Esa noche, al mirar a los niños emocionados y participando, Tere entendió que el ciclo de amor, valentía y educación que su madre había comenzado en ella, ahora se multiplicaba en cada uno de esos pequeños corazones,

Y así, Tere continuó su viaje, con la certeza de que las experiencias de su infancia le habían dado la fuerza para convertirse en una mujer valiente y generosa, capaz de cambiar el futuro de muchos niños, el mismo futuro que ella había soñado.

FIN.

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