Thalia, la aventura de la diferencia


En un pequeño pueblo de Argentina vivía Thalia, una niña alta y flaca que desde pequeña destacaba por su singular apariencia. Muchos de sus compañeros de escuela se burlaban de ella, lo cual hacía que se sintiera triste y sola.

Un día, Thalia decidió hablar con su abuelita, quien siempre tenía palabras sabias para reconfortarla. -Abuelita, ¿por qué soy tan alta y flaca? ¿Por qué no puedo ser como las demás niñas? - preguntó Thalia con tristeza.

La abuelita sonrió y le respondió: -Thalia, tu altura y tu complexión son parte de lo que te hace especial. Cada persona es única y hermosa a su manera. No dejes que las burlas de los demás te hagan sentir menos.

Acepta y ama tu cuerpo tal como es. Thalia reflexionó sobre las palabras de su abuelita y decidió tomarlas en serio.

Al día siguiente, cuando los niños volvieron a burlarse de ella, Thalia les respondió con una sonrisa en el rostro: -Sí, soy alta y flaca, y me encanta. Es lo que me hace única y especial. A partir de ese día, Thalia dejó de preocuparse por lo que pensaban los demás y comenzó a enfocarse en sus talentos y pasiones.

Descubrió que era muy buena en el básquet y, a pesar de su apariencia, se convirtió en la estrella del equipo de su escuela. Su actitud positiva y su seguridad en sí misma inspiraron a otros a aceptar sus propias diferencias.

Thalia se dio cuenta de que su abuelita tenía razón, su altura y complexión no eran un obstáculo, ¡sino una hermosa ventaja! Con el tiempo, Thalia se convirtió en un ejemplo de autoaceptación y diversidad en su comunidad, demostrando que lo que realmente importa es lo que llevamos en nuestro corazón.

Y así, Thalia vivió muchas aventuras, siempre segura de sí misma y orgullosa de quién era.

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