The Amazing Fourth Grade Party

Había una vez un grupo de amigos en cuarto grado que querían hacer una fiesta increíble. Se llamaban Ana, Ben y Clara. Un día, mientras estaban en la clase, Ana dijo: - ¡Vamos a tener una fiesta de cumpleaños para Ben! Ben sonrió y dijo: - ¡Sí! Pero necesitamos planearlo bien.

Clara, que era muy buena en diseñar cosas, dijo: - Puedo ayudar a diseñar la invitación y la decoración. A todos les encantó la idea. Ana tomó papel y lápices, y Clara comenzó a dibujar.

- ¿Qué idea tienes para la invitación? - preguntó Ana.

- Creo que deberíamos dibujar un gran pastel y escribir la información adentro - respondió Clara.

Ben miró su trabajo y dijo: - ¡Es genial! ¿Podemos usar colores brillantes?

- Por supuesto - dijo Clara mientras agregaba más colores al dibujo.

Después de terminar la invitación, los amigos comenzaron a hablar sobre a quién invitar. - Debemos invitar a nuestra clase de cuarto grado y a la banda del barrio - sugirió Ben emocionado.

- ¡Sí! Una fiesta con música sería increíble - dijo Ana.

Luego de hacer la lista de invitados, Clara dijo: - Ahora necesitamos decoración para la fiesta. Podemos hacer carteles grandes.

- ¡Buena idea! - exclamó Ana.

- Yo puedo ayudar con eso - agregó Ben, emocionado de ser parte del equipo.

Así que, durante la semana, los tres amigos practicaron cómo usar colores y hacer decoraciones para la fiesta. Trabajaron después de la escuela, haciendo carteles y decoraciones.

Cuando llegó el día de la fiesta, la casa de Ben estaba llena de alegría. La música de la banda sonaba y todos los niños estaban listos. - ¡Miren nuestro poster! - gritaron Clara y Ana de una manera muy alegre.

La fiesta fue un éxito. Todos bailaron y disfrutaron del delicioso pastel que habían preparado. Ben agradeció a sus amigos. - ¡Esto es asombroso! - dijo Ben mientras disfrutaba del pastel.

Después de soplar las velas del pastel, Ben dijo: - Gracias, amigos. Esto no sería posible sin ustedes. Todos aprendieron a trabajar juntos, y eso hizo que la fiesta fuera mágica. Al final del día, se dieron cuenta de que, juntos, podían lograr grandes cosas. Y así, la fiesta de cuarto grado fue recordada como la mejor fiesta de todas.