The Birthday Surprise


Había una vez un niño llamado Santino que estaba a punto de cumplir 10 años. Era un niño muy alegre y amable, siempre dispuesto a ayudar a los demás.

Vivía junto a su hermanita Briana, quien tenía solo 1 año. Un día, Santino se dio cuenta de que pronto sería su cumpleaños y decidió que quería hacer algo especial para celebrarlo con su familia.

Pero no quería que fuera una fiesta normal, ¡quería que fuera una sorpresa! Y sabiendo lo difícil que sería organizar todo sin que nadie se enterara, decidió pedirle ayuda a Briana.

"Briana" , dijo Santino emocionado, "¡quiero preparar mi propia fiesta de cumpleaños como sorpresa para todos! ¿Me ayudas?"Briana sonrió y asintió con entusiasmo. A pesar de ser tan pequeña, ella siempre estaba dispuesta a ayudar a su hermanito mayor en todo lo que pudiera. Así comenzaron los preparativos secretos para la gran fiesta.

Santino le contó sus ideas a Briana y juntos hicieron una lista de cosas por hacer: decoraciones, comida deliciosa y juegos divertidos. Durante toda la semana anterior al cumpleaños de Santino, los dos hermanitos trabajaron arduamente en secreto.

Mientras sus padres estaban ocupados con el trabajo y las tareas del hogar, ellos aprovechaban cualquier momento libre para avanzar en la organización. El día del cumpleaños finalmente llegó. Mientras los invitados empezaban a llegar uno por uno, Santino fingió sorpresa al verlos allí reunidos.

Pero en su interior, estaba lleno de alegría al ver que todos habían caído en la sorpresa. La fiesta fue un éxito total.

Los invitados disfrutaron de las deliciosas comidas y bebidas preparadas por Santino y Briana, así como también de los juegos divertidos que habían planeado juntos. Pero lo más importante para Santino era el hecho de haber trabajado en equipo con su hermanita Briana para hacer realidad la fiesta sorpresa.

Aprendió que no importa cuán pequeños seamos, siempre podemos hacer grandes cosas cuando trabajamos juntos y nos apoyamos mutuamente. Después de la fiesta, Santino agradeció a Briana por ayudarlo a organizar todo.

"Sin ti, esta fiesta no hubiera sido posible", le dijo con una sonrisa llena de gratitud. Briana sonrió y respondió: "¡De nada! Siempre estaré aquí para ayudarte en todo lo que necesites". Y así, los dos hermanitos continuaron creciendo juntos, aprendiendo el valor del trabajo en equipo y la importancia de apoyarse mutuamente.

Y cada año, celebraban sus cumpleaños con fiestas aún más grandiosas y llenas de amor. Fin

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