The Brave Journey



Había una vez un niño llamado Ulises que vivía en un pequeño pueblo en Argentina.

Ulises era un niño muy inteligente y curioso, pero tenía un gran miedo: todos los días, cuando se levantaba para ir a la escuela, veía una calavera en su puerta que parecía querer llevárselo al panteón. Ulises estaba convencido de que la calavera lo perseguía porque no quería ir a la escuela.

Pensaba que si se quedaba en casa, estaría a salvo de aquel extraño ser. Así que cada mañana inventaba alguna excusa para no asistir a clases.

Un día, mientras caminaba por el pueblo evitando pasar frente al colegio, Ulises se encontró con Don Quique, el abuelo de su mejor amigo Lucas. Don Quique era conocido por ser sabio y siempre tener respuestas para todo. - ¡Hola Ulises! ¿Por qué estás caminando tan temprano? - preguntó Don Quique amablemente. - Hola Don Quique... Es que... verás...

- tartamudeó Ulises - Hay una calavera en mi puerta todas las mañanas y tengo mucho miedo de ir a la escuela. Don Quique miró fijamente a Ulises con sus ojos llenos de sabiduría y le dijo:- Escucha bien, Ulises.

El miedo es algo natural y todos lo sentimos alguna vez. Pero debes entender que enfrentar tus miedos es lo único que te hará crecer como persona. Ulises reflexionó sobre las palabras del anciano y decidió seguir su consejo.

Al día siguiente, cuando vio nuevamente la calavera en su puerta, decidió enfrentarla. - ¡Hola calavera! - saludó Ulises con valentía - No tengo miedo de ti. Voy a ir a la escuela y aprender muchas cosas nuevas.

Para sorpresa de Ulises, la calavera comenzó a hablarle:- ¿De verdad no tienes miedo de mí? - preguntó la calavera con una voz suave y amigable. - Bueno... al principio sí, pero ahora entiendo que no eres real.

Eres solo mi imaginación jugándome una mala pasada - respondió Ulises con seguridad. La calavera sonrió y explicó:- Exactamente, Ulises. Soy solo un producto de tu imaginación.

He estado aquí para enseñarte algo importante: el valor del conocimiento y la importancia de asistir a la escuela. Pero ahora que has comprendido eso, puedo desaparecer. Y así fue como la calavera desapareció ante los ojos de Ulises.

Desde ese día, el niño nunca volvió a tener miedo de ir a la escuela. Comenzó a disfrutar cada día aprendiendo cosas nuevas y haciendo amigos. Ulises se convirtió en uno de los mejores estudiantes del colegio gracias a su curiosidad e interés por el aprendizaje.

Y cada vez que alguien le preguntaba sobre aquella experiencia con la calavera, él sonreía y decía:- A veces nuestros mayores temores están solo en nuestra mente.

Lo importante es tener coraje para enfrentarlos y descubrir todo lo maravilloso que nos espera más allá del miedo. Y así, Ulises siguió creciendo felizmente rodeado de amigos y con un amor inmenso por la escuela y el conocimiento.

FIN.

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