The Butterflys Gift
Andresito era un niño de 7 años muy inteligente y curioso. Desde pequeño, siempre admiraba a su padre, quien estaba estudiando medicina para convertirse en médico.
A Andresito le fascinaba el mundo de la ciencia y soñaba con ser como su papá algún día. Un día, mientras jugaba en el jardín, Andresito encontró una mariposa herida. La pobre mariposa no podía volar correctamente y parecía estar sufriendo mucho.
Sin pensarlo dos veces, Andresito decidió cuidarla y ayudarla a recuperarse. Con mucho cuidado, el niño tomó a la mariposa entre sus manos y la llevó al interior de su casa.
Buscó en internet cómo cuidar a una mariposa herida y descubrió que necesitaba alimentarse de néctar floral. Rápidamente, Andresito preparó un poco de agua azucarada para ofrecerle a la mariposa. La mariposa comenzó a beber el líquido con avidez, y poco a poco fue recobrando fuerzas.
Al ver esto, Andresito sonrió emocionado y se dio cuenta de lo gratificante que era ayudar a otros seres vivos. A medida que pasaban los días, Andresito aprendió más sobre las mariposas: cómo se reproducen, qué comen y cuál es su ciclo de vida.
Se convirtió en todo un experto en estos bellos insectos voladores.
Un día, cuando ya la mariposa había recuperado completamente sus fuerzas y estaba lista para volver al exterior, ocurrió algo sorprendente: antes de volar hacia la libertad, la mariposa se posó en el hombro de Andresito y comenzó a hablar. "¡Gracias, Andresito! Gracias por cuidarme y enseñarme tanto sobre las mariposas. Eres un niño muy especial y tienes un gran corazón" -dijo la mariposa con una voz suave pero clara.
Andresito se quedó sin palabras. No podía creer que la mariposa pudiera hablar. Pero en lugar de asustarse, sintió una enorme felicidad y emoción.
Desde aquel día, Andresito supo que tenía un don especial para ayudar a otros seres vivos. Decidió estudiar aún más sobre medicina y biología para poder curar a los animales enfermos y aprender más sobre la naturaleza. A medida que crecía, Andresito continuaba dedicando tiempo a cuidar animales heridos o enfermos.
Ayudaba a los pájaros con alas rotas, rescataba gatitos abandonados y hasta rehabilitaba pequeños erizos que encontraba en el bosque cercano. Finalmente, llegó el día en que Andresito cumplió su sueño: se convirtió en médico como su padre.
Pero no solo eso, también se especializó en medicina veterinaria para poder seguir ayudando a los animales que tanto amaba. Andresito había encontrado su verdadera vocación gracias a aquella mariposa herida.
A lo largo de su vida profesional, salvó innumerables vidas animales y se convirtió en un referente mundial en medicina veterinaria. El legado de Andresito inspiró a muchos niños y adultos a cuidar del medio ambiente y proteger a todas las criaturas del planeta.
Su historia demostraba que todos tenemos algo único para ofrecer al mundo y que, a veces, un pequeño acto de bondad puede cambiar el rumbo de nuestras vidas.
Y así, Andresito vivió felizmente rodeado de animales y personas a las que pudo ayudar gracias a su amor por la medicina y la naturaleza. Siempre recordaba con cariño aquel encuentro mágico con la mariposa que le enseñó el verdadero significado de ser un héroe sin capa.
FIN.