The Gentle Wolf and the Shy Fox



Había una vez un lobo llamado Lucas que era diferente a los demás lobos. A diferencia de sus compañeros, Lucas no tenía ganas de cazar y comerse a otros animales, él solo quería ser amable y hacer amigos.

Pero esto hacía que los demás lobos se burlaran de él y lo llamaran "el lobo bueno". Un día, llegó el primer día de colegio para Lucas.

Estaba emocionado pero también nervioso porque sabía que sería difícil encontrar amigos siendo tan diferente. Al llegar al colegio, todos los animales lo miraron con recelo y algunos incluso se escondieron asustados. Lucas decidió acercarse a un grupo de conejos que estaban jugando en el patio.

Al acercarse, ellos saltaron asustados y corrieron hacia su madriguera. Lucas se sintió triste pero no se rindió, sabía que algún día encontraría alguien que aceptara su bondad.

Mientras caminaba por el colegio buscando nuevas oportunidades para hacer amigos, escuchó unos sollozos provenientes del salón de clases del zorro Timoteo. Sin pensarlo dos veces, Lucas entró al salón y encontró a Timoteo llorando en su pupitre. - ¿Qué te pasa, Timoteo? - preguntó Lucas con ternura.

- Todos me molestan porque soy muy tímido - respondió el zorro entre lágrimas. Lucas sonrió comprensivamente y le dijo:- No te preocupes, yo también he pasado por eso. Sé cómo te sientes.

¿Quieres ser mi amigo? Timoteo levantó la cabeza sorprendido y secándose las lágrimas asintió con una sonrisa. A partir de ese día, Lucas y Timoteo se volvieron inseparables.

Juntos, enfrentaron las burlas de los demás animales y demostraron que la amistad entre un lobo bueno y un zorro tímido era posible. Un día, mientras jugaban en el bosque, escucharon unos gritos desesperados. Corrieron hacia el lugar de donde provenían los gritos y encontraron a un pequeño ciervo atrapado en una red.

- ¡Ayuda! No puedo salir - lloraba el ciervo asustado. Lucas y Timoteo trabajaron juntos para liberar al ciervo. Cuando finalmente lo lograron, el ciervo les agradeció emocionado. - Nunca olvidaré lo que han hecho por mí. Ahora tengo amigos verdaderos.

Desde ese día, Lucas, Timoteo y el pequeño ciervo formaron un grupo inseparable. Juntos demostraban que no importaba qué tan diferentes fueran las personas, siempre podían encontrar la manera de ser amigos y ayudarse mutuamente.

La noticia sobre la bondad del lobo Lucas se extendió rápidamente por todo el bosque. Poco a poco, los demás animales comenzaron a verlo con otros ojos y dejaron de temerle.

Incluso algunos lobos decidieron seguir su ejemplo y también optaron por ser buenos en lugar de feroces cazadores. El primer día de colegio fue solo el comienzo para Lucas. Aprendió que no importaba cuán diferente fuera uno o cuántas burlas recibiera; siempre habría alguien dispuesto a aceptarlo tal como era.

Y así fue como Lucas cambió la vida de todos los animales del bosque, demostrándoles que la bondad y la amistad pueden vencer cualquier barrera.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!