The Harmonious Goal
Había una vez un niño llamado Fausto, que vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas. Desde muy pequeño, Fausto descubrió su amor por la música y el deporte.
Pasaba horas jugando a la pelota con sus amigos en el parque y luego se sentaba bajo un árbol a tocar su guitarra. Un día, mientras Fausto tocaba su guitarra en el parque, se acercó un hombre mayor llamado Don Ramón.
Don Ramón era músico y había escuchado a Fausto tocar desde lejos. Se quedó impresionado por el talento del niño. "¡Vaya, vaya! ¡Eres todo un prodigio musical!", exclamó Don Ramón emocionado. Fausto sonrió tímidamente y le preguntó:"¿Usted cree? Me gusta mucho tocar la guitarra.
"Don Ramón asintió con la cabeza y dijo:"Sin duda alguna, tienes mucho talento. Pero si quieres ser aún mejor, necesitas aprender más sobre música. "Fausto estaba emocionado ante la idea de aprender más sobre música.
Así que decidió seguir los consejos de Don Ramón y comenzaron a tener clases regulares de guitarra. Pero mientras Fausto mejoraba su técnica con la guitarra, también seguía disfrutando del fútbol con sus amigos.
El problema era que cada vez tenía menos tiempo para practicar ambos pasatiempos. Un día, durante uno de los partidos de fútbol en el parque, Fausto hizo una jugada espectacular y anotó un gol increíble. Todos sus amigos lo felicitaron y estaban muy orgullosos de él.
"¡Fausto, eres el mejor!", exclamó uno de sus amigos. Sin embargo, Fausto no se sentía tan feliz como esperaba. Sabía que había dejado de practicar la guitarra durante mucho tiempo y eso le estaba afectando.
Esa noche, mientras Fausto reflexionaba sobre su situación, recordó las palabras de Don Ramón:"Si quieres ser aún mejor, necesitas aprender más sobre música. "Entonces decidió hacer algo inesperado. Se acercó a sus amigos y les dijo:"Chicos, quiero compartir con ustedes algo importante.
Me encanta jugar al fútbol con todos ustedes, pero también quiero seguir aprendiendo música. Así que he decidido tomar un descanso del fútbol por un tiempo para concentrarme en mi guitarra.
"Sus amigos se sorprendieron por la decisión de Fausto, pero lo apoyaron sin dudarlo. En los días siguientes, Fausto se dedicó por completo a su pasión musical. Pasaba horas practicando la guitarra y estudiando teoría musical con Don Ramón.
Aunque extrañaba jugar al fútbol con sus amigos, sabía que estaba tomando el camino correcto para alcanzar sus sueños. Después de meses de práctica ardua y determinación, llegó el día del gran concierto anual en su pueblo.
Todos los habitantes estaban emocionados por ver las actuaciones musicales y Fausto tenía una oportunidad única para demostrar todo lo que había aprendido. Cuando llegó su turno de subir al escenario, Fausto respiró hondo y comenzó a tocar su guitarra.
Las notas llenaron el aire y cautivaron a todos los presentes. Su interpretación fue tan impresionante que el público se puso de pie y aplaudió con entusiasmo. Fausto sintió una gran satisfacción al ver cómo su esfuerzo había valido la pena.
Sabía que había tomado la decisión correcta al seguir su pasión por la música. Después del concierto, sus amigos se acercaron a él y le dijeron:"Fausto, estamos tan orgullosos de ti. Has demostrado que nunca debemos renunciar a nuestros sueños.
"Fausto sonrió y les respondió:"Gracias chicos. Aprendí que si amas algo lo suficiente, siempre encontrarás una manera de hacerlo realidad.
"Y así, Fausto continuó tocando su guitarra y cantando con alegría mientras seguía disfrutando de los momentos felices jugando al fútbol junto a sus amigos en el parque.
FIN.