The Journey of Marías Dream
María era una niña de 8 años que vivía en un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza. Desde muy pequeña, María había perdido a su madre y su padre, Gabriel, se convirtió en su único sostén.
A pesar de estar triste por la ausencia de su madre, María siempre mostraba una sonrisa en su rostro y nunca dejaba que la tristeza la dominara. Gabriel era un hombre amable y trabajador.
Era carpintero y se esforzaba mucho para poder brindarle a María todo lo necesario para vivir feliz. Sin embargo, los ingresos no eran suficientes y muchas veces tenían dificultades económicas.
Un día, mientras caminaban juntos por el parque del pueblo, María encontró un libro abandonado en uno de los bancos. Lo recogió con curiosidad y vio que se trataba de un libro sobre astronomía. Fascinada por las estrellas y el universo, decidió llevárselo a casa.
Al llegar a casa, María le mostró el libro a Gabriel con emoción:- ¡Papá! ¡Mira lo que encontré! Es un libro sobre las estrellas y los planetas. ¿Podemos leerlo juntos? Gabriel sonrió al ver la emoción de María e inmediatamente accedió:- Claro hija, vamos a leerlo juntos.
A partir de ese momento, todas las noches antes de dormir, Gabriel le leía a María acerca del fascinante mundo del universo. Juntos descubrieron cómo se formaban las estrellas y los planetas, aprendieron sobre las constelaciones y maravillas del cosmos.
La pasión por la astronomía creció en María y comenzó a soñar con ser astronauta. Sabía que era un sueño difícil de cumplir, pero eso no la detuvo.
Decidió estudiar mucho, sacar las mejores notas en el colegio y ahorrar todo el dinero que podía para poder asistir a una escuela especializada en ciencia y tecnología. Con esfuerzo y dedicación, María logró ingresar a la prestigiosa Escuela Nacional de Ciencias Espaciales.
Allí conoció a otros jóvenes apasionados por la astronomía y juntos formaron un equipo para participar en una competencia internacional de diseño de naves espaciales. El equipo trabajó arduamente durante meses, investigando, diseñando y construyendo su nave espacial.
A pesar de los obstáculos que enfrentaron, nunca se rindieron y siempre mantuvieron viva la esperanza. Finalmente llegó el día de la competencia. María y su equipo presentaron su nave espacial ante un jurado experto en el tema.
Al terminar las presentaciones, todos estaban nerviosos esperando los resultados. - ¡Y el ganador del primer lugar es... el equipo de María! - exclamó uno de los jueces. María saltó de alegría junto con sus compañeros. Habían logrado algo increíble gracias a su pasión e perseverancia.
Años más tarde, María se convirtió en una reconocida científica espacial.
Viajaba por todo el mundo compartiendo sus conocimientos sobre astronomía e inspirando a otros niños a perseguir sus sueños sin importar las dificultades que pudieran encontrar en el camino. La historia de María nos enseña que no importa cuál sea nuestra situación o de dónde vengamos, si tenemos una pasión y luchamos por ella, podemos alcanzar cualquier meta que nos propongamos.
Y así, María demostró al mundo que los sueños realmente pueden hacerse realidad.
FIN.