The Little Red Wolfs Kindness

Había una vez un lobito rojo llamado Lucas que vivía en un hermoso bosque. Un día, decidió visitar a su abuela que vivía al otro lado del bosque para llevarle una cestita llena de frutas frescas y flores silvestres.

Lucas se puso su capa roja favorita y emprendió el camino hacia la casa de su abuela. Mientras caminaba, disfrutaba del aire fresco y escuchaba el canto de los pájaros.

Pero lo que no sabía era que en ese mismo momento, una niña malvada llamada Camila también se dirigía hacia la casa de la abuela. Camila tenía trenzas largas y siempre llevaba puesta una caperuza roja. Era conocida en el bosque por sus travesuras y maldades.

A medida que se acercaba a la casa de la abuela, ideaba un plan para hacerle una broma pesada al lobito Lucas. Cuando Lucas llegó a la puerta de su abuela, tocó con ternura.

Pero para su sorpresa, quien le abrió fue Camila disfrazada como su querida abuelita. "¡Hola Lucas! ¡Qué bueno verte!" -dijo Camila con una sonrisa falsa-. "Ven adentro".

Lucas notó algo extraño en esa supuesta —"abuelita" , pero decidió darle el beneficio de la duda y entró tímidamente. "Abuelita, te traje esta cestita con frutas frescas y flores silvestres" -dijo Lucas mientras miraba a "su abuelita" con ojos llenos de inocencia. Camila fingió gratitud y aceptó la cestita.

Pero en lugar de agradecerle, comenzó a reírse maliciosamente. "¡Jajaja! ¡Pobre lobito inocente! No soy tu abuelita, soy Camila disfrazada" -dijo ella burlonamente. Lucas quedó sorprendido y un poco asustado. Pero en lugar de enfadarse o sentir miedo, decidió responder con amabilidad y valentía.

"Camila, no entiendo por qué haces estas cosas malas. Siempre puedes elegir hacer el bien en lugar del mal" -dijo Lucas con voz tranquila pero firme"Te invito a reflexionar sobre tus acciones".

Camila se sintió desconcertada ante las palabras de Lucas. Nadie nunca le había hablado así antes. Por primera vez, empezó a cuestionarse su comportamiento. En ese momento, la verdadera abuela salió de la cocina y vio lo que estaba sucediendo.

Sin perder tiempo, llamó a los padres de Camila para contarles todo lo ocurrido. Cuando los padres llegaron al bosque y se enteraron de las travesuras de su hija, se sintieron muy avergonzados y decepcionados.

"¡Hija! ¿Cómo pudiste ser tan cruel con este lobito inocente?" -exclamaron sus padres-. "Deberías disculparte inmediatamente". Camila miró hacia el suelo avergonzada y luego levantó la cabeza para enfrentar a Lucas. "Lobito rojo... lamento mucho haber sido tan mala contigo" -dijo Camila sinceramente-.

"No volveré a hacerlo nunca más". Lucas sonrió y aceptó las disculpas de Camila. Juntos, se dirigieron a la casa de la abuela para compartir una merienda y comenzar una nueva amistad.

Desde aquel día, Lucas y Camila se convirtieron en grandes amigos. Camila aprendió que ser malvada no traía felicidad ni amistades verdaderas, mientras que Lucas demostró que con bondad y comprensión se pueden cambiar las actitudes de las personas.

Y así, el lobito rojo enseñó a todos en el bosque la importancia de elegir siempre hacer el bien y encontrar la amabilidad en los demás.