The Magic Bracelet
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Feliz, vivía un niño llamado Tomás. Tomás era conocido por ser muy travieso y siempre metía sus manos donde no debía.
Un día, mientras jugaba en el parque con sus amigos, encontró un objeto brillante tirado en el suelo. Tomás se acercó rápidamente y lo recogió sin pensarlo dos veces. Era una pulsera de oro con hermosos detalles.
Tomás estaba emocionado por su hallazgo y decidió quedarse con la pulsera. Los días pasaron y Tomás comenzó a notar que cada vez que usaba la pulsera, cosas extrañas empezaban a suceder a su alrededor.
Sus amigos comenzaron a alejarse de él, ya no querían jugar juntos como solían hacerlo. Un día, mientras caminaba solo por el pueblo llevando puesta la pulsera, vio a su mejor amigo Martín llorando en un rincón del parque. Preocupado, se acercó corriendo hacia él.
"Martín, ¿qué te pasa? ¿Por qué estás llorando?"- preguntó Tomás angustiado. Martín levantó la cabeza y con voz entrecortada respondió: "Tomás, últimamente has cambiado mucho desde que encontraste esa pulsera de oro. Ya no eres el mismo amigo divertido y respetuoso que solías ser".
Tomás quedó sorprendido al escuchar esas palabras. Nunca había pensado que sus acciones podrían afectar tanto a los demás. "Lo siento Martín", dijo Tomás arrepentido. "No me di cuenta de cómo estaba afectando a todos con mi comportamiento egoísta.
A partir de ahora, prometo cambiar y ser un mejor amigo". Martín sonrió y aceptó las disculpas de Tomás. Juntos, decidieron ir a devolver la pulsera al lugar donde Tomás la encontró.
Cuando llegaron al parque, vieron a una anciana buscando desesperadamente algo en el suelo. Era la dueña de la pulsera. "¡Señora! ¡Aquí está su pulsera!"- exclamó Tomás mientras se acercaba corriendo hacia ella.
La anciana miró sorprendida a los dos niños y les dio las gracias por haberla encontrado. Les explicó que esa pulsera tenía un valor sentimental muy importante para ella y que había estado buscándola durante días sin éxito.
Tomás sintió una gran alegría al saber que había hecho lo correcto devolviendo el objeto robado. Desde ese día, aprendió la importancia de respetar los objetos y las pertenencias de los demás. Los amigos de Tomás también notaron su cambio positivo y poco a poco volvieron a jugar juntos como antes.
Tomás entendió que el respeto hacia los demás es fundamental para mantener buenas relaciones con sus compañeros.
A medida que pasaban los años, Tomás se convirtió en un joven responsable y siempre recordaba aquel episodio en el parque como una lección valiosa sobre el robo y el respeto hacia los demás. Siempre llevaba consigo esa enseñanza y compartía su historia con otros niños para inspirarlos a hacer lo correcto.
Y así, Villa Feliz siguió siendo un lugar donde todos vivían en armonía, respetando y cuidando los objetos y pertenencias de los demás.
FIN.