The Magic Shoe



Había una vez una niña llamada Martina que vivía en un pequeño pueblo al pie de un cerro. Todos los días, Martina miraba hacia la cima del cerro y soñaba con llegar hasta allí.

Pero el camino era muy empinado y no había senderos para subir. Un día, mientras caminaba por el pueblo, Martina encontró un zapato viejo en la calle.

Pensó que sería divertido intentar lanzarlo hacia la cima del cerro como si fuera una piedra mágica que la llevara hasta arriba. Martina agarró el zapato y lo lanzó con todas sus fuerzas. Para su sorpresa, el zapato comenzó a volar por el aire y a girar como si tuviera vida propia.

Martina se emocionó muchísimo y decidió seguirlo corriendo colina arriba. El zapato volador llevaba a Martina por caminos estrechos entre árboles altos y rocas gigantes.

La niña estaba asombrada de todo lo que veía a su alrededor: flores de todos los colores, animales jugando entre sí, cascadas cristalinas... ¡era como estar en un mundo mágico! Después de mucho tiempo volando junto al zapato, finalmente llegaron a la punta del cerro.

Allí se encontraron con alguien inesperado: un viejo sabio sentado bajo un árbol. "¡Bienvenida, Martina! Veo que has logrado llegar aquí gracias al poderoso zapato volador", dijo el sabio con una sonrisa amable.

Martina le contó cómo había encontrado el zapato en el pueblo y cómo había decidido lanzarlo para llegar hasta la punta del cerro. El sabio asintió y le explicó que el zapato tenía el poder de llevar a las personas a lugares donde pudieran encontrar respuestas a sus preguntas más profundas.

"Ahora que estás aquí, Martina, tienes la oportunidad de hacer una pregunta que siempre has querido saber", dijo el sabio.

Martina pensó por un momento y luego formuló su pregunta:"Sabio, ¿cómo puedo lograr todas mis metas y sueños?"El sabio sonrió y respondió:"Querida Martina, lo más importante es creer en ti misma y nunca rendirte. No importa cuán difícil sea el camino o cuántos obstáculos encuentres, siempre habrá una manera de superarlos si mantienes tu determinación".

Martina escuchaba atentamente las palabras del sabio mientras veía cómo el zapato volador desaparecía en el aire. Sabía que era hora de regresar al pueblo, pero se sentía llena de alegría y confianza.

Desde ese día, Martina recordaría siempre las palabras del sabio y seguiría persiguiendo sus sueños con valentía. Aunque no tuviera un zapato volador para ayudarla, estaba segura de que podía alcanzar cualquier meta que se propusiera.

Y así fue como Martina aprendió la importancia de creer en sí misma y nunca dejar de luchar por lo que realmente deseaba. Con cada paso hacia adelante, ella recordaría aquel mágico viaje hacia la punta del cerro y sonreiría sabiendo que nada es imposible cuando uno tiene fe en sí mismo.

FIN.

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