The Magic Within


Había una vez, en un pequeño pueblo encantado, una niña llamada Lucía. Lucía era especial, ya que tenía un espejo mágico que le permitía ver cosas maravillosas y conocer a personas increíbles.

Un día, mientras exploraba el bosque cercano a su casa, Lucía se encontró con una manzana vieja y arrugada. La manzana parecía triste y solitaria, así que la niña decidió llevarla a casa para cuidar de ella.

Cuando llegaron a casa, la manzana comenzó a brillar intensamente y se transformó en una bruja amigable llamada Beatriz. Beatriz estaba muy contenta de haber sido liberada de su hechizo y le agradeció a Lucía por salvarla.

Lucía y Beatriz se hicieron grandes amigas y pasaban horas divirtiéndose juntas. Un día, mientras jugaban al escondite en el jardín de Lucía, encontraron un pastel misterioso en medio del césped. "¡Qué raro!", exclamó Lucía.

"¿De dónde habrá salido este pastel?"Beatriz olió el pastel y dijo: "Huele delicioso". Sin pensarlo dos veces, las dos decidieron probarlo. A medida que daban cada uno un bocado al pastel mágico, algo extraño sucedió: sus cuerpos comenzaron a cambiar.

Ahora eran mucho más altas y podían volar por los cielos como aves. Emocionadas por sus nuevas habilidades voladoras, Lucía y Beatriz decidieron usarlas para ayudar a los demás. Volaban por el pueblo, arreglando techos rotos, reagarrando basura y ayudando a los vecinos en lo que necesitaran.

La noticia de las niñas voladoras se extendió rápidamente por el pueblo, y pronto todos querían conocerlas. Lucía y Beatriz se convirtieron en símbolos de esperanza y amistad para todos.

Pero un día, mientras volaban sobre el bosque, vieron una nube oscura acercándose rápidamente. Era la bruja malvada del bosque, quien había estado observando desde lejos cómo Lucía y Beatriz ayudaban al pueblo. La bruja estaba celosa de la felicidad que ellas habían traído a todos y decidió hacerles daño.

Con su magia negra, lanzó un hechizo sobre Lucía y Beatriz para quitarles sus poderes voladores. Cuando las niñas intentaron volar nuevamente, se dieron cuenta de que ya no podían hacerlo.

Estaban atrapadas en el suelo sin poder moverse como antes. "¡Oh no! ¿Qué haremos ahora?", exclamó Lucía con tristeza. Beatriz miró a su amiga con determinación y dijo: "No importa si ya no podemos volar. Aún podemos ser valientes y ayudar a los demás".

Las dos decidieron enfrentarse a la bruja malvada juntas. Con astucia e inteligencia, lograron engañarla y encerrarla en una jaula mágica. El pueblo entero celebró la valentía de Lucía y Beatriz.

Aunque ya no podían volar como antes, seguían siendo admiradas por su coraje y espíritu de ayuda. Desde aquel día, Lucía y Beatriz continuaron ayudando a los demás en el pueblo, sin importar sus limitaciones.

Aprendieron que la verdadera magia estaba dentro de ellas mismas, en su amistad y en su deseo de hacer del mundo un lugar mejor. Y así, juntas, demostraron a todos que no necesitaban poderes mágicos para ser especiales.

La verdadera magia reside en nuestros corazones y en cómo usamos nuestras habilidades para hacer el bien.

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