The Magical Book of Dreams
Había una vez una niña llamada María que vivía en un pequeño pueblo en Argentina. A pesar de ser muy inteligente y curiosa, había algo que le causaba mucha tristeza: no sabía leer bien.
Todos los días, María veía a sus amigos en la escuela leyendo libros y cuentos maravillosos. Ella quería poder hacer lo mismo, pero cada vez que intentaba leer, se confundía con las letras y las palabras.
Un día, mientras caminaba por el parque pensando en su problema, María encontró un libro abandonado bajo un árbol. Lo tomó entre sus manos y sintió una extraña sensación de magia. Decidió llevárselo a casa para investigar más sobre él.
Al llegar a casa, María abrió el libro cuidadosamente y descubrió que estaba lleno de ilustraciones hermosas. Aunque no podía entender las palabras escritas allí, se sumergió en las páginas como si estuviera viviendo otra realidad.
De repente, uno de los personajes del libro cobró vida frente a sus ojos: era un simpático ratón llamado Remy. Remy notó la tristeza de María y decidió ayudarla con su problema. "Hola María", dijo Remy con una sonrisa amigable. "Veo que tienes dificultades para leer".
"Sí", respondió María con tristeza. "Me encantaría saber leer como mis amigos". Remy le explicó a María que aprender a leer era como resolver un acertijo mágico: necesitaba encontrar las piezas correctas para formar palabras significativas.
Así comenzaron juntos su aventura: Remy le mostraba diferentes palabras y letras, mientras María las repetía en voz alta. Poco a poco, María comenzó a reconocer las letras y a formar palabras simples.
Un día, mientras estaban explorando el bosque mágico del libro, encontraron una extraña criatura llamada Silvana. Silvana era un pajarito que hablaba con rimas y tenía la habilidad de transformar cualquier palabra en algo real. "Hola amigos", trinó Silvana.
"¿En qué puedo ayudarles hoy?"María le contó sobre su deseo de leer y Silvana decidió hacerle una prueba: les dio una palabra complicada y les dijo que si lograban leerla correctamente, se convertiría en un objeto real. Con mucho esfuerzo y concentración, María leyó la palabra correctamente.
Al instante, la palabra se convirtió en un hermoso libro lleno de historias emocionantes. A partir de ese momento, María no solo podía leer bien sino que también descubrió su pasión por los libros.
Pasaba horas sumergida en sus páginas mágicas, soñando con aventuras increíbles. La historia de María se volvió conocida en todo el pueblo y muchos niños acudieron a ella para aprender a leer.
Con Remy como ayudante y Silvana como inspiración poética, María enseñaba a otros niños cómo resolver el acertijo mágico de la lectura. Y así fue como María superó su dificultad para leer gracias al poder de la amistad y la magia de los libros.
Aprendió que todos somos capaces de superar obstáculos si nos esforzamos lo suficiente y contamos con el apoyo adecuado. Desde entonces, María se convirtió en una gran lectora y nunca dejó de explorar el maravilloso mundo de la literatura.
Y cada vez que abría un libro, recordaba con gratitud a Remy y Silvana, quienes le enseñaron que no hay límites para los sueños cuando se tiene el deseo de aprender.
FIN.