The Magical Journey of Martín
Había una vez un nene llamado Martín que estaba muy emocionado porque iba a empezar a aprender a leer.
Todos los días, Martín se sentaba en su escritorio con su cuaderno y lápiz, listo para sumergirse en el mágico mundo de las palabras. Pero al principio, Martín encontraba algunas letras difíciles de recordar. A veces se confundía entre la —"b" y la —"d" , o mezclaba la —"m" con la —"n" .
Esto hacía que se sintiera frustrado, pero no quería rendirse. Sabía que aprender a leer era algo muy importante y estaba decidido a lograrlo. Un día, mientras caminaba por el parque con su mamá, Martín vio un cartel enorme con letras gigantes.
Se detuvo frente a él y comenzó a intentar leer las palabras. "-Mamá, ¿qué dice ahí?", preguntó señalando el cartel. Su mamá sonrió y le dijo: "-Dice "Bienvenidos al parque". ¡Lo estás haciendo genial!".
Martín sintió una gran alegría en su corazón al saber que podía leer algo por sí mismo. Eso le dio más motivación para seguir practicando cada día. Un sábado por la tarde, mientras Martín jugaba en su habitación, escuchó un ruido proveniente del armario.
Se acercó sigilosamente y abrió la puerta despacio. Para su sorpresa, encontró un libro mágico escondido detrás de los abrigos. Martín tomó el libro entre sus manos y lo abrió lentamente.
Las páginas estaban llenas de hermosas ilustraciones y palabras que nunca había visto antes. Martín se sentó en su cama y comenzó a leer en voz alta. A medida que avanzaba en la historia, las palabras cobraban vida y los personajes saltaban de las páginas.
Martín estaba tan emocionado que no podía parar de leer.
Pasaron horas y horas, y cuando finalmente terminó el libro, se dio cuenta de algo asombroso: ¡había leído todo el libro sin problemas! Martín corrió hacia su mamá para contarle lo sucedido. "-¡Mamá! ¡Leí un libro completo sin equivocarme!", exclamó lleno de alegría. Su mamá lo abrazó con orgullo y le dijo: "-¡Eso es maravilloso, Martín! Estoy muy feliz por ti".
Desde ese día, Martín siguió practicando y leyendo todo lo que encontraba a su alrededor. Cada vez se volvía más hábil en la lectura y se divertía descubriendo nuevas historias.
Y así, con perseverancia y amor por aprender, Martín demostró que todos podemos superar nuestros desafíos si nos esforzamos lo suficiente. La aventura de aprender a leer había cambiado su vida para siempre, llevándolo a mundos llenos de imaginación y conocimiento. Fin
FIN.