The Rivers Guardian



Había una vez, en el pequeño pueblo de Garitón, un río cristalino que solía ser el hogar de muchos peces y animales acuáticos. Sin embargo, algo terrible ocurrió cuando los habitantes del pueblo comenzaron a arrojar basura al río.

La contaminación fue tan grave que la basura se acumuló y formó un monstruo gigante hecho completamente de desechos. Este monstruo tenía ojos rojos como brasas y su cuerpo estaba cubierto de lodo y residuos tóxicos.

Cuando los niños veían al monstruo, se enfermaban del estómago y les salían ronchas en la piel. El monstruo asustaba a todos en Garitón.

Los padres no dejaban salir a sus hijos a jugar cerca del río por miedo a que se encontraran con él. El pueblo estaba sumido en tristeza y temor, hasta que un día llegó un niño llamado Lucas. Lucas era valiente e inteligente, siempre dispuesto a ayudar a los demás.

Se dio cuenta de que el problema no era solo el monstruo, sino también la contaminación que lo había creado. Decidió investigar cómo podía solucionar ese problema para devolverle la tranquilidad al pueblo.

Un día, mientras buscaba información sobre reciclaje y cuidado del medio ambiente en la biblioteca del pueblo, Lucas encontró un antiguo libro sobre criaturas mágicas. En él descubrió una página dedicada al Monstruo Basuriento de Garitón.

Según el libro, si las personas trabajaban juntas para limpiar el río y reciclar correctamente su basura, podrían debilitar al monstruo hasta hacerlo desaparecer. Lucas estaba emocionado, tenía la solución en sus manos. Sin perder tiempo, Lucas convocó a todos los habitantes del pueblo y les explicó su plan.

Todos estuvieron de acuerdo en que era hora de actuar y recuperar el río limpio y saludable que una vez habían tenido.

Los niños se pusieron guantes y comenzaron a reagarrar la basura del río, mientras los adultos organizaban un sistema de reciclaje eficiente en todo el pueblo. Poco a poco, el río empezó a verse más claro y los peces volvieron a nadar libremente. El monstruo, al ver cómo la gente trabajaba unida para limpiar su hogar, comenzó a debilitarse.

Las ronchas en la piel de los niños desaparecieron y ya no se enfermaban del estómago al verlo. Lucas sabía que aún había mucho por hacer para sanar completamente al pueblo de Garitón.

Organizó charlas educativas sobre cuidado del medio ambiente y creó un grupo llamado "Guardianes Verdes" para asegurarse de que todos continuaran protegiendo el río. Con el paso del tiempo, Garitón se convirtió en un ejemplo para otros pueblos vecinos.

El monstruo basuriento desapareció por completo gracias al esfuerzo conjunto de sus habitantes. Y así fue como Lucas demostró que con valentía, trabajo en equipo y amor por la naturaleza cualquier problema puede ser superado.

Garitón volvió a ser un lugar hermoso donde los niños podían jugar cerca del río sin temor alguno.

Desde entonces, cada año se celebra una fiesta en honor a Lucas y a todos los Guardianes Verdes, recordando la importancia de cuidar el medio ambiente y mantener limpios nuestros ríos y mares. Y colorín colorado, este cuento tan especial ha terminado.

FIN.

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