The Soaring Egg



Había una vez un pequeño huevo llamado Javi Marcelo que vivía en una granja en la hermosa provincia de Buenos Aires, Argentina.

Javi Marcelo era diferente a los demás huevos de la granja, ya que tenía un deseo muy especial: quería aprender a volar. Un día, mientras los otros huevos se reían de él por su sueño tan ambicioso, llegó un pajarito llamado Pepito y le dijo amablemente: "¡Hola Javi Marcelo! ¿Por qué estás triste?".

Javi Marcelo respondió con voz entrecortada: "¡Hola Pepito! Estoy triste porque todos se burlan de mí. Quiero aprender a volar como tú". Pepito sonrió y le dijo: "No te preocupes, Javi Marcelo. Todos somos diferentes y tenemos talentos únicos.

Si realmente quieres aprender a volar, debes creer en ti mismo y trabajar duro para lograrlo". Javi Marcelo se sintió inspirado por las palabras del pajarito y decidió seguir su consejo.

Comenzó a buscar información sobre cómo volar y practicaba cada día sus saltos desde el nido.

Un día soleado, mientras practicaba sus saltitos desde el nido más alto del granero, algo increíble sucedió: ¡Javi Marcelo comenzó a flotar en el aire! No podía creerlo, estaba volando como siempre había soñado. Al ver esto, los otros animales de la granja quedaron asombrados y aplaudieron emocionados. "-¡Mira! ¡Javi Marcelo está volando!", exclamaron todos al unísono. Desde ese momento, Javi Marcelo se convirtió en el héroe de la granja.

Ayudaba a los pájaros a construir sus nidos, les enseñaba a volar y siempre estaba dispuesto a tender una pata (o un ala) cuando alguien lo necesitaba.

Un día, mientras Javi Marcelo ayudaba a Pepito con su nuevo nido, llegó corriendo un conejito llamado Benito. "-¡Ayuda! ¡Mi hermanita está atrapada en un pozo!", gritó desesperado. Javi Marcelo no dudó ni un segundo y junto con Pepito volaron hasta el pozo para rescatar a la pequeña conejita.

Con mucho cuidado, Javi Marcelo descendió por la cuerda y pudo sacarla sana y salva.

Desde ese día, todos en la granja entendieron que ser diferente no es algo malo, sino todo lo contrario: es una oportunidad para hacer cosas maravillosas y ayudar a los demás. La historia de Javi Marcelo se convirtió en leyenda y su valentía e ingenio fueron recordados por generaciones.

Y así, cada vez que alguien se sentía diferente o tenía un sueño imposible, recordaban al huevo que aprendió a volar y encontraban inspiración para seguir adelante. Y colorín colorado, esta historia ha terminado. Pero recuerda siempre creer en ti mismo y nunca dejar de perseguir tus sueños.

FIN.

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