The Tale of Celeste and Ivi


Celeste era una niña de 10 años que siempre había sido muy buena. Ayudaba en casa, sacaba buenas notas en la escuela y siempre trataba de hacer lo correcto.

Pero un día, todo cambió cuando su mamá le consiguió un trabajo en Recupero de Créditos Fiscales con Ivi. Celeste estaba emocionada por tener su primer trabajo, pero no sabía lo que le esperaba.

Al llegar a la oficina, se encontró con Ivi, una mujer mayor y muy seria que parecía estar siempre ocupada. "Bienvenida a Recupero de Créditos Fiscales, Celeste", dijo Ivi con voz firme. "Aquí trabajamos para ayudar a las personas a pagar sus impuestos adeudados".

Celeste asintió nerviosa y comenzó a aprender sobre el trabajo. A medida que pasaban los días, Celeste se dio cuenta de que trabajar con Ivi no sería fácil. Ella era muy estricta y exigente. "¡Celeste! ¡Necesito esos informes listos para ayer!" gritaba Ivi constantemente.

Poco a poco, Celeste comenzó a cambiar. Se volvió más competitiva y obsesionada con completar las tareas rápidamente. Dejó de prestar atención a otras cosas importantes como pasar tiempo con su familia o disfrutar del aire libre.

Un día, mientras trabajaban juntas en la oficina tarde por la noche, Celeste notó algo extraño en uno de los casos que estaban revisando. "Ivi, creo que hay un error aquí", dijo Celeste señalando una discrepancia en los registros fiscales.

Ivi miró el documento detenidamente y se sorprendió al darse cuenta de que Celeste tenía razón. Había un error en los cálculos que habían pasado desapercibidos durante meses. "Celeste, has hecho un gran descubrimiento", dijo Ivi con una sonrisa.

"Gracias a ti, podemos corregir este error y ayudar a esta persona a pagar sus impuestos correctamente". Celeste se sintió orgullosa de sí misma por haber encontrado el error, pero también se dio cuenta de algo importante.

A medida que trabajaba más tiempo con Ivi, había dejado de ser la niña buena y feliz que solía ser. Decidió hablar con Ivi sobre cómo se sentía.

"Ivi, me gusta trabajar contigo y aprender sobre los créditos fiscales, pero siento que he perdido parte de mi alegría", le confesó Celeste. Ivi escuchó atentamente y reflexionó sobre las palabras de Celeste. Se dio cuenta de que había estado demasiado enfocada en el trabajo y no en el bienestar emocional de su joven compañera.

"Tienes toda la razón, Celeste", admitió Ivi. "El trabajo es importante, pero también lo es disfrutar la vida y mantener nuestro espíritu positivo". A partir de ese día, Ivi cambió su forma de trabajar.

Comenzaron a dedicar tiempo para divertirse mientras realizaban sus tareas diarias. Celebraban pequeños logros e incluso organizaban actividades al aire libre después del trabajo. Poco a poco, Celeste volvió a ser la niña buena y feliz que era antes.

Aprendió la importancia del equilibrio entre el trabajo y el disfrute personal. Con el tiempo, Recupero de Créditos Fiscales con Ivi se convirtió en un lugar donde las personas trabajaban duro pero también valoraban la felicidad y el bienestar de todos.

Celeste aprendió una valiosa lección: ser buena no significa sacrificar su propia felicidad. Aprendió a encontrar el equilibrio entre el trabajo y disfrutar de la vida, convirtiéndose en una niña aún mejor y más sabia.

Y así, Celeste continuó creciendo y enfrentando nuevos desafíos con una sonrisa en su rostro, recordando siempre que lo más importante es ser feliz mientras se trabaja arduamente por alcanzar los objetivos.

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