The Water Saver


Juanito era un niño muy inteligente y preocupado por el medio ambiente. Vivía en una casa con su papá, su mamá y su hermanita Sofía.

Pero había algo que le entristecía mucho: la forma en que su familia desperdiciaba agua. Cada día, Juanito veía a su papá lavar la moto durante horas, utilizando mucha agua sin necesidad. Además, su mamá regaba el jardín todos los días, incluso cuando no era necesario.

Esto hacía que Juanito se sintiera triste porque sabía que el agua es un recurso muy importante y debemos cuidarlo. Un día, Juanito decidió hablar con sus padres para hacerles entender lo importante que era ahorrar agua.

Se acercó a ellos mientras estaban en el jardín y les dijo:- Papá, mamá, ¿podemos hablar un momento? Sus padres dejaron de regar las plantas y se sentaron junto a él en el césped. - Claro hijo, ¿qué quieres decirnos? - preguntó su mamá curiosa.

Juanito tomó aire y comenzó a explicarles cómo el desperdicio de agua afectaba al planeta y cómo podían ayudar a solucionarlo. - Mamá, sé que te gusta tener un jardín bonito, pero podemos regarlo solo cuando sea necesario.

Así ahorraremos mucha agua - propuso Juanito con voz tranquila pero firme. Su mamá asintió pensativa mientras escuchaba atentamente las palabras de su hijo.

- Y papá - continuó Juanito mirando a su padre -, puedes lavar la moto una vez por semana en lugar de todos los días. Con eso también estaremos ahorrando mucha agua. Su papá reflexionó sobre lo que Juanito decía y se dio cuenta de que tenía razón.

Tomó la mano de su hijo y le dijo:- Tienes toda la razón, Juanito. No me había dado cuenta de lo mucho que estamos desperdiciando agua. A partir de ahora, vamos a ser más conscientes y ahorrarla.

Juanito sonrió feliz al ver que sus padres comprendían la importancia del mensaje y estaban dispuestos a cambiar. Desde ese día, todos en la familia se comprometieron a cuidar el agua. Su mamá regaba las plantas solo cuando era necesario, utilizando métodos más eficientes como el riego por goteo.

Además, su papá comenzó a lavar la moto una vez por semana y utilizaba un balde en lugar de dejar correr el agua sin control.

Poco a poco, los vecinos también tomaron conciencia gracias al ejemplo de la familia de Juanito. Comenzaron a utilizar métodos más eficientes para ahorrar agua en sus hogares. Juanito se sentía muy orgulloso de haber logrado que su familia y su comunidad tomaran conciencia sobre el cuidado del agua.

Sabía que con pequeños cambios podíamos hacer grandes diferencias para proteger nuestro planeta. Y así fue como Juanito demostró que cualquier persona, sin importar su edad, puede hacer una diferencia si lucha por aquello en lo que cree.

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