Thomas y la lección de la asertividad



Thomas era un niño alegre pero a veces se enojaba mucho cuando las cosas no salían como él quería. Un día, en el parque, un niño le quitó su juguete. Thomas, furioso, comenzó a gritar y empujar.

Entonces, apareció Lucas, un niño seguro de sí mismo. Con paciencia, le enseñó a Thomas a expresar su molestia sin agresividad. Thomas aprendió a ser asertivo, pidió su juguete con firmeza y lo recuperó.

Desde ese día, Thomas practicó la asertividad, entendiendo que se puede expresar el enojo de manera amable y respetuosa.

FIN.

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