Tiana y el serdito valiente
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Mascotita, una niña llamada Tiana que vivía con sus padres y su serdito Jorge. Jorge era un perro muy travieso y juguetón que llenaba de alegría la vida de Tiana.
Un día, mientras Tiana y Jorge jugaban en el parque, un gato callejero se acercó amenazante. Tiana sintió miedo al ver a su serdito en peligro. Sin pensarlo dos veces, corrió hacia ellos y logró espantar al gato.
Desde ese día, Tiana empezó a tener sueños donde perdía a Jorge y despertaba llorando. "Jorge, no me dejes nunca", le decía cada noche antes de dormir.
Un sábado por la mañana, mientras Tiana ayudaba a su mamá con las tareas del hogar, escucharon ladridos desesperados desde afuera.
Al asomarse por la ventana, vieron a Jorge corriendo detrás de una mariposa sin darse cuenta del peligro que se acercaba: ¡un auto venía directo hacia él! Tiana sintió un nudo en la garganta al ver la escena y sin pensarlo dos veces salió corriendo hacia la calle. "¡Jorge! ¡Detente!", gritó con todas sus fuerzas mientras el auto frenaba bruscamente.
Por suerte, el conductor pudo detenerse a tiempo y Jorge salió ileso. Tiana abrazó a su serdito con fuerza mientras lágrimas de alivio recorrían su rostro. "¡Estás bien! ¡No vuelvas a asustarme así!", le dijo entre sollozos.
Desde ese día, Tiana entendió que los miedos no podían controlar su vida. Aprendió que debía cuidar de Jorge pero también confiar en él para que disfrutara de sus travesuras como cualquier perro feliz.
Juntos pasaron tardes enteras correteando por el parque o descansando bajo el sol del jardín. Con el tiempo, los sueños de perder a Jorge fueron desapareciendo hasta convertirse en recuerdos borrosos. Tiana aprendió que el amor verdadero va más allá del miedo y que siempre estaría ahí para proteger a su fiel amigo.
Y así, entre ladridos y risas, Tiana y Jorge siguieron escribiendo juntos nuevas aventuras llenas de amor y compañerismo en Villa Mascotita.
FIN.