Tibu, el tiburón amigo de la playa

Había una vez una familia de emos que decidió pasar un día en la playa para disfrutar del sol y el mar.

Pero, mientras estaban jugando en la orilla del agua, se alejaron demasiado y perdieron el camino de regreso a su lugar en la playa. Desesperados por encontrar su camino de vuelta, caminaron sin rumbo fijo hasta que encontraron una pequeña cueva cerca del agua. Decidieron tomar un descanso allí antes de continuar buscando.

Mientras descansaban, notaron algo extraño en el agua: ¡un tiburón estaba nadando hacia ellos! La familia entró en pánico y comenzó a gritar. Pero para su sorpresa, el tiburón les habló con voz suave:"No tengáis miedo", dijo el tiburón.

"Soy Tibu, y no quiero haceros daño. Sólo estoy buscando un lugar donde quedarme". La familia de emos no podía creer lo que estaba pasando. Nunca antes habían conocido a un tiburón amigable como Tibu.

"¿Por qué quieres quedarte aquí?", preguntó uno de los miembros de la familia. "Mi hogar ha sido destruido por la contaminación humana", explicó Tibu con tristeza. "No tengo ningún otro lugar al que ir".

La familia se sintió muy triste por Tibu y decidió ayudarlo ofreciéndole quedarse con ellos en su cueva temporalmente. Conforme pasaba el tiempo, Tibu se convirtió en parte integral de la vida diaria de la familia emo perdida en la playa.

Los niños le enseñaban acerca del mundo humano mientras él les contaba historias sobre la vida en el océano. Un día, mientras Tibu estaba nadando en el agua, notó una lata de refresco flotando cerca.

Se acercó a ella y se dio cuenta de que había mucha basura flotando en el agua. "¡Esto es horrible!", pensó Tibu. "La contaminación está destruyendo mi hogar".

Decidió hablar con la familia emo sobre lo que había visto y juntos planearon una limpieza de playa para reagarrar toda la basura del lugar donde estaban atrapados. Durante los siguientes días, trabajaron duro para recolectar todos los residuos que encontraron. Finalmente, lograron limpiar la playa y dejarla como nueva.

Tibu estaba muy contento al ver su hogar libre de contaminación y le agradeció a la familia emo por ayudarlo a cuidar el medio ambiente. Además, les mostró un camino seguro para volver a casa.

Desde ese día en adelante, la familia recordaría siempre esa experiencia como algo especial y valioso. Aprendieron que incluso las criaturas más inesperadas podrían convertirse en amigos si se les da una oportunidad.

Y también aprendieron lo importante que es cuidar nuestro mundo natural para protegerlo contra cualquier tipo de daño o amenaza.