Ticosito y su aventura para cuidar a la Madre Tierra




En un pequeño pueblo de la selva de Costa Rica, vivía un niño llamado Ticosito. Ticosito era muy curioso y siempre estaba dispuesto a aprender cosas nuevas. Un día, en la escuela, una maestra les contó a todos los niños sobre la importancia de cuidar y proteger a la Madre Tierra. Ticosito se sintió muy emocionado y decidió hacer todo lo posible para ayudar.

Ticosito se puso en marcha y comenzó a recoger la basura que encontraba en su camino. "¡Vamos a limpiar el pueblo, amigos!" -gritaba Ticosito a sus compañeros de clase. Juntos recogieron plásticos, latas y papeles. Pronto, el pueblo estaba reluciente y todos se sentían felices de haber colaborado.

Pero Ticosito sabía que debía hacer algo más. Decidió plantar árboles para ayudar a purificar el aire y proteger la naturaleza. "Vamos a sembrar árboles, así ayudamos a la Madre Tierra a respirar mejor", propuso Ticosito a sus amigos. Juntos, cavaron hoyos, colocaron las semillas y regaron con cuidado. Con el tiempo, los árboles comenzaron a crecer y el aire se sentía más fresco que nunca.

Un día, Ticosito descubrió que en el río cerca de su pueblo flotaban bolsas de plástico y botellas. Se entristeció al ver cómo la contaminación afectaba a los animales y a la vegetación. "Vamos a limpiar el río, así podremos cuidar a los pececitos y a la Madre Tierra", dijo Ticosito a sus amigos. Armados con redes y bolsas, se adentraron en el río y recolectaron la basura. Pronto, el agua volvió a brillar y los peces nadaban felices.

La noticia sobre las acciones de Ticosito se difundió por todo el pueblo y más niños se unieron a su causa. Juntos, organizaron actividades para mantener limpio el pueblo, sembrar más árboles y cuidar los ríos y mares. La Madre Tierra sonreía al ver cómo los niños trabajaban con tanto amor y dedicación para protegerla.

Desde entonces, Ticosito se convirtió en un ejemplo para todos, recordándoles la importancia de cuidar y respetar a la Madre Tierra. Y cada vez que alguien tiraba basura en la calle, recordaba las palabras de Ticosito y la importancia de cuidar nuestro hogar, la Tierra.

FIN.

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