Tiempo en familia



Había una vez una niña llamada Sofía que vivía con sus padres en un pequeño pueblo.

Sofía era muy feliz, pero había algo que la preocupaba: sentía celos cuando veía a otras personas pasar tiempo con sus mamás y papás. Un día, mientras jugaba en el parque, Sofía observó a un niño que estaba jugando con su papá al fútbol.

Le dio mucha envidia ver cómo se divertían juntos y decidió hablar con su amiga Clara sobre lo que sentía. "Clara, ¿alguna vez te has sentido celosa de los demás niños cuando están con sus mamás y papás?"- preguntó Sofía. Clara pensó por un momento y luego respondió: "Sí, a veces me siento así.

Pero recuerda que cada familia es diferente y única. No debemos compararnos con los demás". Sofía reflexionó sobre las palabras de Clara y decidió hablar con su mamá sobre cómo se sentía.

"Mamá, ¿por qué siempre estás ocupada? Me gustaría pasar más tiempo contigo"- le dijo Sofía. La mamá de Sofía la abrazó cariñosamente y le explicó: "Mi amor, entiendo cómo te sientes. A veces tengo muchas responsabilidades porque trabajo para mantenernos a ti y a papá.

Pero eso no significa que no te quiera o no quiera pasar tiempo contigo". "Pero mamá, quiero hacer cosas divertidas contigo como los demás niños hacen con sus padres"- respondió tristemente Sofía.

La mamá sonrió dulcemente y dijo: "Entiendo tu deseo, mi pequeña. Hagamos un plan: los fines de semana, dedicaremos tiempo solo para nosotras dos. Haremos cosas divertidas y nos conectaremos más". Sofía se sintió emocionada por la idea y aceptó el plan de su mamá.

Los fines de semana, madre e hija comenzaron a hacer actividades juntas como ir al cine, cocinar juntas o simplemente pasear por el parque.

Un día, mientras estaban en una feria local, Sofía vio a un niño que estaba jugando con su papá en una tómbola de premios. Sintió un poco de tristeza nuevamente, pero recordó lo que le había dicho Clara. "Mamá, ¿puedo jugar esa tómbola con papá?"- preguntó Sofía tímidamente.

La mamá miró a su alrededor y no encontró a papá por ninguna parte. Se acercó a uno de los organizadores y le preguntó si podían esperar un momento hasta que apareciera papá. Después de unos minutos, apareció el papá de Sofía corriendo hacia ellas.

Estaba emocionado porque había ganado un peluche en otra tómbola. "¡Lo logré! ¡Mirad lo que gané!"- exclamó el papá emocionado. Sofía sonrió felizmente al verlo llegar y dijo: "Papá, ¡qué bien te ha ido! Parece que te has divertido mucho".

El papá abrazó a Sofía y le dijo: "Claro que sí. Pero lo más importante es estar aquí contigo dos disfrutando juntos". Desde aquel día, la familia decidió pasar más tiempo juntos haciendo cosas divertidas.

Comprendieron que el amor y la conexión familiar no se trataban de competir con los demás, sino de disfrutar y valorar lo que tenían. Sofía aprendió a superar sus celos y a apreciar cada momento especial con su mamá y papá.

Y así, vivieron felices, creando recuerdos inolvidables juntos.

FIN.

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