Tika y el poder del arte



Había una vez una niña llamada Tika, quien era muy curiosa y siempre estaba llena de energía. Le encantaba jugar, explorar, leer y pintar. Sin embargo, a veces sentía que todo lo que hacía estaba mal.

Un día, mientras Tika jugaba en el parque con sus amigos, se tropezó y cayó al suelo. Se levantó rápidamente pero sintió que todos la miraban y se reían de ella.

Tika se puso triste y pensó: "Siempre hago todo mal". Cuando llegó a casa, encontró a su mamá preparando la cena en la cocina. Tika decidió contarle lo sucedido en el parque y cómo se sentía.

Su mamá escuchó atentamente y luego le dijo: "Tika, eres una niña maravillosa y talentosa. No importa si te caes o cometes errores, eso no define quién eres". Tika aún tenía dudas sobre sí misma, así que decidió hablar con su papá antes de irse a dormir.

Le contó lo ocurrido en el parque y cómo se sentía como si siempre hiciera las cosas mal. Su papá sonrió cariñosamente y le dijo: "Mi pequeña exploradora, cada error es una oportunidad para aprender algo nuevo.

No tengas miedo de equivocarte". Al día siguiente, Tika fue a la biblioteca para buscar un libro sobre cómo superar los miedos e inseguridades.

Mientras hojeaba las páginas llenas de consejos valiosos, notó un dibujo hermoso hecho por otro niño en uno de los libros ilustrados. Emocionada, Tika decidió intentarlo y dibujar algo. Tomó sus crayones y comenzó a pintar un paisaje colorido con árboles, flores y animales.

A medida que los colores se mezclaban en el papel, Tika se sintió feliz y orgullosa de su creación. Esa noche, Tika mostró su dibujo a su familia durante la cena. Sus padres y hermanos quedaron impresionados por su talento artístico.

La mamá de Tika dijo: "¡Es increíble! Eres una verdadera artista". Y su papá agregó: "Tienes un don especial para pintar, sigue practicando". A partir de ese momento, Tika encontró en la pintura una forma de expresarse y superar sus inseguridades.

Pasaba horas en casa explorando diferentes técnicas y estilos de arte. Cada vez que terminaba un dibujo o una pintura nueva, lo mostraba con entusiasmo a su familia. Con el tiempo, las habilidades artísticas de Tika mejoraron aún más.

Un día, la maestra del colegio organizó una exposición de arte para todos los estudiantes. Decidida a mostrarle al mundo lo que podía hacer, Tika presentó uno de sus mejores cuadros.

La exposición fue todo un éxito y el trabajo de Tika recibió muchos elogios por parte de sus compañeros y profesores. Se dio cuenta entonces que no importa si cometía errores o si sentía que hacía las cosas mal; siempre habría alguien allí para apoyarla y animarla.

Desde ese día en adelante, Tika aprendió a confiar en sí misma y a valorar cada uno de sus talentos.

Aprendió que los errores son oportunidades para crecer y que el amor y apoyo de su familia siempre estarían a su lado, sin importar qué. Y así, Tika continuó explorando, jugando, leyendo y pintando con confianza y alegría en su corazón. Su historia se convirtió en una inspiración para otros niños que también necesitaban recordar lo maravillosos que eran. Fin.

FIN.

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