Timeless Love
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, un niño llamado Benjamín. Benjamín era un niño curioso y aventurero que siempre soñaba con viajar en el tiempo.
Un día, mientras exploraba el desván de su casa, encontró un viejo reloj de bolsillo que había pertenecido a su bisabuelo. Benjamín decidió investigar más sobre ese reloj y descubrió que tenía poderes mágicos para viajar al pasado.
Sin pensarlo dos veces, ajustó las manecillas del reloj y cerró los ojos con fuerza. Cuando los abrió nuevamente, se encontraba en medio de un hermoso jardín del siglo XIX.
Asombrado por la belleza del lugar, Benjamín comenzó a pasear por el jardín y se topó con una niña llamada Camila. Camila era una niña dulce y amable que estaba cuidando las flores junto a su madre. "¡Hola! ¿Quién eres tú?", preguntó Camila con curiosidad. "Soy Benjamín, vine desde el futuro", respondió él emocionado.
Camila quedó maravillada por esa respuesta y decidió pasar tiempo con él para descubrir más sobre su mundo moderno.
Juntos recorrieron el pueblo antiguo, visitaron la escuela primaria donde aprendieron sobre cómo era la educación en aquel entonces e incluso ayudaron a los vecinos en sus tareas diarias. Pero conforme pasaban los días, Benjamín se dio cuenta de algo muy especial: estaba enamorado de Camila. Nunca antes había sentido tantas emociones juntas y se preguntaba cómo podría expresarle sus sentimientos.
Un día, mientras paseaban por el mercado del pueblo, Benjamín vio un puesto de anillos y tuvo una idea brillante. Compró un hermoso anillo con forma de corazón y decidió que era momento de confesar su amor a Camila.
"Camila, hay algo muy importante que quiero decirte", dijo Benjamín nervioso mientras sostenía el anillo en su mano. "¿Qué ocurre, Benjamín?", preguntó ella con curiosidad. Benjamín tomó aire profundamente y le confesó todo lo que sentía por ella.
Para su sorpresa, Camila sonrió dulcemente y correspondió a sus sentimientos. "Yo también siento algo especial por ti, Benjamín", respondió ella emocionada. Los dos niños decidieron casarse en secreto en una pequeña ceremonia en el jardín donde se conocieron.
Prometieron estar juntos siempre y compartir aventuras tanto en el pasado como en el futuro. Sin embargo, antes de regresar al presente, Benjamín hizo una promesa: volvería a visitar Villa Esperanza para recordar ese amor tan puro que había encontrado allí.
Y así fue como cada año, durante las vacaciones de verano, volvía al pasado para encontrarse con Camila y revivir aquellos momentos mágicos.
El viaje al pasado le enseñó a Benjamín la importancia del amor verdadero y la valentía para expresar los sentimientos. Aprendió que no importa la época ni las circunstancias, cuando encuentras a alguien especial debes luchar por ese amor sin importar qué obstáculos se presenten en el camino.
Y así, Benjamín y Camila vivieron felices para siempre, recordando siempre aquel viaje al pasado que los unió en un amor eterno.
FIN.