Timi, el colectivo aventurero



Había una vez en la ciudad de Buenos Aires, un grupo de colectivos muy especiales.

Estos colectivos no solo llevaban a las personas de un lugar a otro, sino que también les brindaban la oportunidad de viajar a ciudades sorpresas. Cada semana, los colectivos elegían una ciudad diferente y llevaban a los pasajeros a descubrir lugares mágicos y emocionantes. Pero dentro del grupo de colectivos había uno en particular que se llamaba Timi.

Timi era un poco tímido y siempre se sentía inseguro cuando tenía que interactuar con los pasajeros. A diferencia de sus compañeros colectivos, Timi prefería quedarse en su garaje y evitar cualquier tipo de situación incómoda.

Un día, el líder del grupo, Don Coche, decidió hablar con Timi para entender qué le pasaba. "Timi, ¿por qué te sientes tan tímido? Todos los demás colectivos están ansiosos por llevar a los pasajeros a nuevas aventuras".

"Don Coche, es que me da miedo equivocarme o no ser lo suficientemente bueno", respondió Timi tímidamente. Don Coche reflexionó por un momento y luego sonrió. "Timi, todos cometemos errores y nadie espera que seas perfecto. Lo importante es intentarlo y aprender de cada experiencia".

Timi asintió con timidez pero decidió darle una oportunidad al consejo de Don Coche. Al día siguiente, cuando llegaron los primeros pasajeros al garaje, Timi estaba allí esperando para llevarlos en su próximo viaje sorpresa.

El destino elegido fue Mar del Plata, una hermosa ciudad costera. Durante el viaje, Timi intentó entablar conversaciones con los pasajeros y compartir información interesante sobre la ciudad que estaban visitando.

"¡Hola a todos! ¿Sabían que Mar del Plata es conocida como "La Feliz"?", dijo Timi con timidez pero con entusiasmo. Los pasajeros se sorprendieron gratamente al ver a Timi tan animado y comenzaron a hacerle preguntas sobre la ciudad.

Poco a poco, Timi fue ganando confianza y disfrutando de las interacciones con los pasajeros. Cuando llegaron a Mar del Plata, todos quedaron maravillados por sus hermosas playas, su arquitectura única y su deliciosa comida.

Los pasajeros se divirtieron tanto en el viaje que decidieron tomar otro colectivo para volver a Buenos Aires. Timi se sintió feliz y orgulloso de sí mismo por haber superado su timidez y brindarles una experiencia inolvidable a los pasajeros.

A partir de ese día, Timi se convirtió en uno de los colectivos más queridos y solicitados para los viajes sorpresa. Con el tiempo, Timi aprendió que no importaba si era tímido o no tan extrovertido como otros colectivos.

Lo importante era ser auténtico y dar lo mejor de sí mismo en cada oportunidad que se presentara. Desde entonces, Timi siguió llevando a las personas a ciudades sorpresas junto al resto de sus compañeros colectivos.

Y aunque todavía sentía un poco de timidez en algunas ocasiones, siempre recordaba las palabras sabias de Don Coche: "Lo importante es intentarlo y aprender de cada experiencia". Y así, Timi demostró que la timidez no era un obstáculo para alcanzar grandes cosas y vivir aventuras maravillosas.

FIN.

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