Tita, la tortuga juguetona



Había una vez en un bosque encantado, una tortuga traviesa llamada Tita. A Tita le encantaba jugar y molestar a sus amigos del bosque con sus travesuras.

Siempre se escondía detrás de los árboles y asustaba a los pajaritos, o les hacía cosquillas a los conejitos mientras dormían la siesta. Un día, el conejito Pancho estaba cansado de las travesuras de Tita y decidió hablar con ella. "Tita, tus bromas ya no nos hacen gracia.

Nos haces sentir mal con tus juegos pesados", le dijo Pancho con tristeza. Tita se sintió mal al escuchar las palabras de su amigo y prometió cambiar su comportamiento.

Decidió buscar una forma de divertirse sin molestar a los demás animales del bosque. Una mañana, Tita vio a un grupo de ardillas jugando al escondite y se le ocurrió una idea brillante.

Se acercó a ellas y les propuso organizar un gran juego en equipo donde todos pudieran participar y divertirse juntos. Las ardillas aceptaron encantadas la propuesta de Tita y pronto se corrió la voz por todo el bosque. Los animales estaban emocionados por participar en el nuevo juego que Tita había organizado.

El día del gran juego llegó, y todos los animales formaron equipos para competir en diferentes pruebas como carreras de obstáculos, búsqueda del tesoro y saltos en la laguna. Fue una jornada llena de risas, alegría y compañerismo.

Al final del día, todos los animales se reunieron alrededor de Tita para agradecerle por haberles proporcionado un día tan divertido y especial. Incluso Pancho sonreía feliz junto a sus amigos. "Gracias Tita por enseñarnos que podemos divertirnos sin lastimar a nadie.

Eres una verdadera amiga", dijo Pancho abrazando cariñosamente a la tortuga traviesa. Desde ese día, Tita dejó atrás sus travesuras para convertirse en la líder indiscutida de las actividades recreativas del bosque.

Todos aprendieron que jugar juntos era mucho más divertido cuando se compartía con respeto y amor hacia los demás. Y colorín colorado este cuento ha terminado, pero la amistad entre Tita y sus amigos duraría para siempre en el corazón del bosque encantado.

FIN.

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