Tita y la misión de la unidad


Había una vez, en un hermoso bosque llamado Sillow, una tortuga llamada Tita que vivía felizmente cerca de un arroyo cristalino.

Tita era conocida por su caparazón brillante y su buen corazón, ya que siempre ayudaba a los demás animales del bosque. Un día, el malvado cazador furtivo Carlitos decidió capturar a Tita para venderla en el mercado negro. Con engaños y trampas, logró atrapar a la pobre tortuga y se la llevó lejos de su hogar.

Los animales del bosque se enteraron de lo ocurrido y decidieron actuar rápidamente para rescatar a su amiga. -¡Debemos salvar a Tita antes de que sea demasiado tarde! -exclamó Juanito, el conejo más veloz del bosque.

-¡Tienes razón! ¡Vamos a formar un equipo para rescatarla! -dijo Martina, la zorra astuta. Así fue como se reunieron Martina, Juanito, Panchito el mapache y Lulú la ardilla para idear un plan de rescate.

Decidieron seguir las huellas dejadas por Carlitos hasta llegar a su escondite en lo profundo del bosque. Con sigilo y astucia, lograron acercarse sin ser vistos. Cuando estuvieron listos, saltaron valientemente sobre Carlitos y lograron liberar a Tita.

-¡Gracias amigos por salvarme! Estaba muy asustada -dijo Tita con voz temblorosa. -No hay de qué preocuparse, amiga. Siempre estaremos aquí para protegerte -respondió Juanito con una sonrisa. Pero la alegría duró poco tiempo, ya que Carlitos no estaba dispuesto a rendirse tan fácilmente.

Persiguió al grupo con furia mientras disparaba su escopeta. Justo cuando parecía que todo estaba perdido, apareció Coco el águila majestuosa volando desde lo alto. -¡Agárrense fuerte amigos! ¡Los llevaré lejos de aquí! -gritó Coco mientras descendía en picada.

Con sus poderosas garras agarró a los animales uno por uno y los llevó volando hacia un lugar seguro fuera del alcance de Carlitos.

Finalmente, todos llegaron sanos y salvos al otro lado del río donde no podían ser alcanzados por el malvado cazador furtivo. -¡Gracias Coco por tu valentía! ¡Eres nuestro héroe! -exclamaron todos los animales al unísono. -Nunca duden en pedir ayuda cuando la necesiten.

Los amigos siempre están ahí para apoyarse mutuamente -respondió Coco con humildad antes de partir hacia lo alto del cielo. Desde ese día en adelante, Tita y sus amigos aprendieron que trabajar juntos y confiar unos en otros era la clave para superar cualquier desafío que se les presentara.

Y así vivieron felices en el bosque Sillow sabiendo que tenían unos a otros para protegerse siempre.

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