Tito aprende a bañarse


Había una vez un pequeño ratón llamado Tito. Tito era muy coqueto y siempre se arreglaba su pelaje para que estuviera impecable. Pero había algo que no le gustaba hacer: bañarse.

Un día, Tito decidió salir a dar un paseo por el bosque. Mientras caminaba, se encontró con un par de amigos: una ardilla y un conejo. Los dos amigos notaron que Tito tenía mal olor y le preguntaron si se había bañado recientemente.

Tito, avergonzado, les dijo que no se había bañado en varios días porque no le gustaba mojarse. La ardilla y el conejo trataron de convencerlo de lo importante que es mantenerse limpio para evitar enfermedades e infecciones, pero Tito seguía negándose.

De repente, escucharon un fuerte rugido proveniente del otro lado del bosque. Era el lobo feroz, quien estaba buscando su próxima presa.

La ardilla y el conejo corrieron asustados, pero Tito quedó atrás debido a su pelaje sucio y desordenado. El lobo feroz lo vio fácilmente entre los arbustos y lo persiguió sin descanso hasta acorralarlo en una cueva oscura y húmeda.

Allí dentro, Tito entendió la importancia de mantenerse limpio para poder escapar de situaciones peligrosas como esa. Finalmente, los padres de tote terminan la historia diciéndole:"Como puedes ver tote querido, estar limpios nos ayuda a prevenir enfermedades e infecciones además de ser más saludables y felices.

Así que, ¿te animas a tomar un baño ahora?". Tote, entendiendo la moraleja de la historia, accede finalmente a bañarse y se siente mucho mejor consigo mismo y con su pelaje limpio y reluciente.

Desde ese día, Tito hizo del baño una rutina diaria para mantenerse siempre saludable y feliz. Y así, los padres de Tote lograron enseñarle la importancia de mantenerse limpio y cómo puede ayudarnos en muchas situaciones. Fin.

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