Había una vez un caracol llamado Tito que vivía en un jardín muy bonito.
A Tito le encantaba tomar sol y sentir el calor en su caparazón, pero no le gustaba ir a la escuela.
Un día, mientras tomaba sol en una hoja grande, su amiga la mariquita lo encontró y le preguntó: "Tito, ¿por qué no vas a la escuela?
Es importante aprender cosas nuevas y conocer amigos nuevos".
Pero Tito respondió: "No me gusta ir a la escuela.
Prefiero quedarme aquí tomando sol todo el día".
La mariquita se preocupó por Tito y decidió hablar con la abeja maestra de la escuela.
La abeja maestra era muy sabia y tenía muchos años de experiencia enseñando a los animales del jardín.
La abeja maestra decidió visitar a Tito para hablar con él sobre sus temores hacia la escuela.
Cuando llegó al jardín, se acercó a Tito y le dijo: "Hola, Tito.
Soy la abeja maestra de la escuela.
Me han contado que no te gusta venir aquí.
¿Por qué es eso?
".
Tito explicó que no quería ir a la escuela porque pensaba que sería aburrido y difícil.
Pero entonces, la abeja maestra le dijo algo sorprendente: "En nuestra escuela aprendemos jugando y divirtiéndonos.
Además, tú eres un caracol muy inteligente y seguro que podrías aprender muchas cosas nuevas".
Las palabras de la abeja maestra hicieron reflexionar a Tito sobre sus miedos hacia la escuela.
Decidió darle una oportunidad y asistir a su primera clase.
Allí, Tito aprendió sobre plantas, insectos y otros animales del jardín.
También conoció a muchos amigos nuevos que lo aceptaron tal como era.
Con el tiempo, Tito se convirtió en uno de los alumnos más destacados de la escuela y se dio cuenta de que aprender cosas nuevas era muy divertido.
Ahora disfrutaba tanto de tomar sol como ir a la escuela.
Desde entonces, Tito siempre recordó las palabras sabias de la abeja maestra: "Aprender es divertido si lo haces con amigos".