Tito el pez que aprendió a nadar




En un hermoso arrecife vivía Tito, un pez pequeño y colorido que, a diferencia de sus hermanos, no se animaba a nadar.

Mientras ellos exploraban el océano y jugaban entre las algas, Tito se quedaba escondido en una cueva, sintiéndose triste y asustado. Un día, decidido a superar su miedo, nadó hasta la orilla donde vivían los monos.

- ¿Por qué no quieres nadar, Tito? -preguntó Curioso, el mono más travieso.

Tito explicó su miedo y los monos, con sabiduría, le aconsejaron sobre la importancia de afrontar los desafíos. Animado por las palabras de sus nuevos amigos, Tito nadó hasta el bosque donde residía Lila, una sabia lechuza.

- Tito, querido, la valentía no está en la ausencia de miedo, sino en la capacidad de enfrentarlo -le dijo la lechuza con ternura. Con este nuevo consejo en su corazón, Tito emprendió el último tramo de su viaje, llegando al árbol donde habitaba el anciano Buho.

- Buho, no logro vencer mi miedo al agua -confesó Tito entre sollozos. El sabio Buho lo miró con serenidad y le enseñó sobre la importancia de la persistencia y la fortaleza interior.

Con el coraje renovado, Tito regresó al arrecife determinado a superar su miedo. Día tras día, practicó en aguas poco profundas, recordando las palabras de sus amigos. Pronto, Tito se convirtió en un velocista marino, jugando y explorando como nunca antes lo había hecho. Sus hermanos, orgullosos, lo vitorearon.

Tito comprendió que, con la ayuda y el apoyo de sus amigos, ¡era capaz de lograr cualquier cosa! Desde entonces, Tito enseñó a otros peces a enfrentar sus miedos, convirtiéndose en un ejemplo de valentía y superación.

FIN.

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