Tito y la noche mágica


Había una vez un pequeño grillo llamado Tito, que vivía en el bosque rodeado de sus amigos animales.

Tito era muy activo durante el día, saltando y cantando sin parar, pero cuando llegaba la noche, se sentía agotado y quería irse a dormir temprano.

Un día, mientras se preparaba para dormir en su hoja acogedora, Tito escuchó a un búho sabio que le dijo: "Tito, ¿por qué te vas a dormir tan temprano? La noche es mágica y llena de sorpresas". Pero Tito respondió: "No tengo energía para seguir despierto. Además, no hay nada interesante para hacer por las noches". El búho sabio sonrió y dijo: "Tal vez sea hora de buscar nuevas aventuras nocturnas.

Conozco muchos animales que están activos durante la noche y hacen cosas fascinantes. ¿Por qué no pruebas algo diferente?"Tito pensó en las palabras del búho sabio y decidió darle una oportunidad a la noche.

Se puso sus zapatillas de correr y salió al bosque oscuro con entusiasmo. De repente, escuchó un ruido extraño detrás de los arbustos.

Asustado pero curioso, se acercó lentamente hasta descubrir que era su amigo el mapache quien estaba construyendo una casa para invierno. —"Wow" , exclamó Tito asombrado. "¿Cómo haces eso?" "Hola Tito", dijo el mapache amablemente. "Me gusta trabajar por las noches cuando todo está tranquilo. Así puedo concentrarme mejor y hacer un buen trabajo".

Tito se quedó impresionado con la habilidad del mapache y decidió ayudarlo en su tarea. Trabajaron juntos hasta el amanecer, construyendo una hermosa casa para el invierno.

Después de esa noche, Tito se dio cuenta de que había estado perdiéndose muchas cosas interesantes por irse a dormir temprano.

Decidió explorar más y descubrió que los murciélagos salían a buscar comida en la noche, las luciérnagas iluminaban el bosque con sus luces brillantes y las estrellas eran aún más hermosas en la oscuridad. Desde entonces, Tito dejó de ser un grillo aburrido que solo dormía temprano. Ahora estaba lleno de energía e inspiración para vivir nuevas aventuras nocturnas junto a sus amigos animales.

Y así fue como Tito aprendió que siempre hay algo nuevo por descubrir si nos atrevemos a salir de nuestra zona de confort.

Dirección del Cuentito copiada!