Tito y los Guardianes del Bosque

Había una vez un pequeño zorro llamado Tito que vivía en el bosque con su familia. Un día, Tito se despertó y no encontró a nadie en su madriguera.

Buscó por todo el bosque, pero no pudo encontrar a su mamá, papá ni hermanos. - ¿Dónde están todos? -se preguntaba Tito mientras caminaba por el bosque. De repente, vio a un búho sabio posado sobre una rama de árbol y decidió acercarse para pedirle ayuda.

- Hola señor Búho Sabio -dijo Tito-, ¿ha visto usted a mi familia? - Hola pequeño zorro -respondió el búho-. Lamento decirte que tu familia ha sido capturada por los cazadores furtivos del bosque. Tito se sintió muy triste al escuchar esto.

Quería hacer algo para ayudar a su familia, pero no sabía qué hacer. - No te preocupes, Tito -dijo el búho sabio-. Te enseñaré cómo puedes salvarlos. Pero primero debemos buscar ayuda.

El búho llevó a Tito hasta la guarida de los animales más valientes del bosque: El grupo de los Guardianes del Bosque. Allí había un oso fuerte llamado Bruno, una ardilla rápida llamada Lola y un ciervo astuto llamado Maxi.

Tito les contó lo que había pasado con su familia y todos decidieron ayudarlo para rescatarla. Juntos planearon una estrategia para enfrentar a los cazadores furtivos y liberar a la familia de Tito.

La noche siguiente, los Guardianes del Bosque se infiltraron en el campamento de los cazadores furtivos y lograron liberar a la familia de Tito. Todos regresaron al bosque felices y contentos. - Muchas gracias, amigos -dijo Tito-. No sé qué habría hecho sin su ayuda.

- No hay problema, Tito -respondió Lola-. Los amigos siempre están para ayudarse mutuamente. Desde ese día, Tito aprendió que nunca estaba solo y que siempre podía contar con sus amigos.

Además, descubrió que ser valiente y pedir ayuda cuando lo necesitaba era muy importante. Y así, el pequeño zorro vivió feliz junto a su familia y amigos en el bosque por muchos años más.