Toby, el perro guardián
En una tranquila finca en las afueras de la ciudad, vivía un noble perro llamado Toby, que cuidaba con devoción a su amo, Don Juan. Toby era valiente, fiel y educado, y siempre estaba listo para ayudar a Don Juan en las tareas de la finca. Todas las mañanas, Toby acompañaba a Don Juan a pastar las ovejas, velando por su seguridad y asustando a los intrusos con su imponente ladrido. Sus días transcurrían en armonía, disfrutando de la amistad mutua y del bello paisaje campestre.
Un día, la tranquilidad de la finca se vio amenazada por la presencia de un lobo feroz que merodeaba cerca del rebaño. Don Juan, preocupado por la seguridad de sus ovejas, decidió armar un plan para ahuyentar al peligroso depredador. Al escuchar la preocupación de su amo, Toby se acercó a Don Juan con determinación y le ofreció su valiente ayuda. "No te preocupes, amo. Yo cuidaré de las ovejas y me enfrentaré al lobo si es necesario", afirmó Toby con determinación, demostrando su lealtad y valentía.
Confiando en la valentía de su fiel compañero, Don Juan aceptó la valiosa ayuda de Toby y juntos idearon un astuto plan para proteger al rebaño. Al anochecer, el lobo se acercó sigilosamente a las ovejas, pero se encontró con la mirada desafiante de Toby, quien protegía con ferocidad a su rebaño. El lobo, sorprendido por la valentía y determinación de Toby, decidió retirarse y no volver a poner en peligro a las indefensas ovejas de la finca.
Desde ese día, Toby se convirtió en el héroe de la finca, admirado por todos por su valentía y lealtad. Don Juan, orgulloso de su fiel compañero, decidió recompensar a Toby con un collar brillante y una casita llena de comodidades. La amistad entre Toby y Don Juan se fortaleció aún más, demostrando que la valentía, la lealtad y el trabajo en equipo siempre triunfan sobre la adversidad.
Y así, en la tranquila finca, la amistad entre Toby y Don Juan se convirtió en un ejemplo de valentía, lealtad y compañerismo para todos los que tuvieron el placer de conocerlos.
FIN.