Tomás and the Timeless Journey



Había una vez un niño llamado Tomás, quien siempre había sentido una gran curiosidad por la historia y los personajes famosos.

Un día, mientras leía un libro sobre la vida de Jesús, se le ocurrió una idea maravillosa: ¡viajar al pasado para conocerlo en persona! Tomás buscó por toda su casa hasta encontrar un reloj antiguo que había pertenecido a su abuelo. Con mucho cuidado, lo limpió y lo ajustó.

Cuando estaba listo, Tomás giró las manecillas del reloj hacia atrás y cerró los ojos con fuerza. Cuando abrió los ojos nuevamente, se encontraba en medio de un pueblo antiguo. Las calles estaban llenas de gente vestida con túnicas largas y sandalias.

Tomás sabía que había viajado al tiempo de Jesús. Mientras caminaba por el pueblo, escuchó voces emocionadas que venían de una colina cercana. Se acercó sigilosamente y vio a Jesús rodeado de personas que lo escuchaban atentamente.

Tomás decidió acercarse más para poder ver mejor a Jesús. Pero justo cuando estaba llegando cerca del grupo, alguien lo empujó accidentalmente y cayó rodando colina abajo.

Cuando finalmente se detuvo, Tomás se dio cuenta de que algo extraño había sucedido: ahora estaba dentro del cuerpo de uno de los discípulos de Jesús llamado Andrés. Tomás/Andrés miraba sorprendido sus manos nuevas y sentía cómo el corazón le latía rápidamente. No podía creer que ahora era parte del grupo íntimo del mismísimo Jesús.

Pasaron los días y Tomás/Andrés tuvo la oportunidad de presenciar muchos milagros realizados por Jesús.

Vio cómo sanaba a personas enfermas, cómo multiplicaba los panes y peces para alimentar a una multitud hambrienta, y cómo calmaba las tormentas con solo unas palabras. Un día, mientras caminaban cerca del mar, Jesús les dijo a sus discípulos que subieran a un bote para cruzar al otro lado. Pero Tomás/Andrés se quedó atrás porque tenía miedo de agua.

"¡No puedo hacerlo! ¡Tengo miedo!"- exclamó Tomás/Andrés desesperado. Jesús se acercó a él y le sonrió amablemente. "Tomás, no tengas miedo. Confía en mí"- le dijo con calma. Tomás/Andrés respiró profundamente y decidió confiar en Jesús.

Dio un paso adelante y caminó sobre el agua hacia el bote donde estaban los demás discípulos. Todos lo miraron asombrados mientras Tomás/Andrés se sentía lleno de seguridad y felicidad.

Después de aquel milagro, Tomás regresó al cuerpo de sí mismo justo antes de que su abuelo entrara en la habitación donde estaba el reloj antiguo. Sonrió emocionado sabiendo que había vivido una experiencia única e inolvidable.

A partir de ese día, Tomás supo que la verdadera valentía no venía del exterior sino del corazón. Aprendió que confiar en uno mismo y en los demás era fundamental para superar cualquier miedo o desafío.

Tomás guardó en su corazón esa lección y siguió adelante con su vida, inspirado por el encuentro con Jesús. Sabía que había viajado al pasado para conocerlo, pero también se dio cuenta de que Jesús siempre estaría presente en su vida a través de sus enseñanzas y ejemplos de amor y valentía.

FIN.

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