Tomás and the Tooth Fairy



Había una vez un pequeño ratón llamado Tomás que vivía en un pequeño agujero en la pared de una casa. Tomás era muy curioso y siempre le gustaba explorar nuevos lugares.

Un día, mientras jugaba cerca del baño, escuchó un ruido extraño que venía de la boca de su amiga Susana. Intrigado, decidió acercarse a ver qué estaba pasando. Se encontró con Susana llorando y sosteniendo su mejilla.

"¿Qué te pasa, Susana? ¿Por qué estás llorando?"- preguntó Tomás preocupado. Susana sollozando respondió: "Me duele mucho el diente, no puedo comer ni hablar bien"-. Tomás se puso triste al ver a su amiga en ese estado y decidió ayudarla.

Recordó haber oído hablar sobre los dentistas y cómo podían arreglar los problemas dentales. Sin pensarlo dos veces, Tomás se dirigió al bosque para buscar al famoso doctor Roderico, el dentista más sabio de todos los animales.

Después de mucho buscar entre los árboles altos y arbustos espesos del bosque, finalmente encontró al doctor Roderico sentado frente a su cabaña leyendo un libro sobre odontología animal. "Doctor Roderico", exclamó Tomás emocionado. "Necesito su ayuda. Mi amiga Susana tiene un terrible dolor de dientes".

El doctor Roderico levantó la mirada sorprendido por la visita inesperada del pequeño ratón y sonrió dulcemente. "Claro que sí, mi querido amigo ratón", dijo el doctor Roderico. "Vamos a ayudar a tu amiga Susana".

Tomás y el doctor Roderico regresaron rápidamente a la casa de Susana. El dentista examinó cuidadosamente su boca y descubrió que tenía una pequeña caries. "No te preocupes, Susana", dijo el doctor Roderico tranquilizándola.

"Voy a arreglar ese diente en un abrir y cerrar de ojos". Con sus herramientas dentales especiales, el doctor Roderico comenzó a trabajar en la boca de Susana. Tomás se quedó al lado de su amiga para brindarle apoyo moral.

Pasaron unos minutos y finalmente, la caries fue removida y el diente fue restaurado. Susana sonrió felizmente mientras se miraba en el espejo del baño. "¡Muchas gracias, doctor Roderico!"- exclamó Susana emocionada. "Ahora puedo comer sin dolor nuevamente".

El doctor Roderico se despidió amablemente y regresó al bosque, mientras Tomás y Susana celebraban su victoria sobre la caries con una gran fiesta de queso en honor al valiente ratón.

A partir de ese día, Tomás se convirtió en un héroe entre los animales del vecindario por haber encontrado al mejor dentista del mundo. Y desde entonces, todos los animales sabían que si tenían algún problema dental, podían contar con el increíble Dr. Roderico para solucionarlo.

Y así concluye esta historia llena de aventuras donde aprendimos sobre la importancia de cuidar nuestros dientes y cómo un pequeño ratón llamado Tomás demostró que no hay problema demasiado grande si se busca la ayuda adecuada.

FIN.

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