Tomás, el astronauta de Villa Esperanza
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, un niño llamado Tomás que soñaba con ser astronauta. Desde muy chico, miraba las estrellas todas las noches y se maravillaba con el universo.
Un día, la escuela de Villa Esperanza organizó una feria de ciencias y Tomás decidió presentar un proyecto sobre el sistema solar. Estudió mucho y trabajó duro para armar maquetas de los planetas y preparar su presentación.
El día de la feria, todos los padres y alumnos se reunieron en el patio de la escuela para ver las exposiciones. Tomás estaba nervioso pero emocionado por mostrar su trabajo.
Cuando llegó su turno, comenzó a explicar cada planeta y sus características con tanto entusiasmo que todos quedaron sorprendidos. Al terminar su presentación, uno de los jueces le preguntó a Tomás: "¿Por qué querés ser astronauta?". Él respondió: "Porque quiero descubrir nuevos mundos y aprender cosas increíbles sobre el espacio".
Los jueces quedaron impresionados por la pasión de Tomás y decidieron otorgarle el primer premio en la feria de ciencias. Todos aplaudieron y felicitaron al pequeño astrónomo. Pero la historia no termina ahí.
Unos meses después, la NASA lanzó una convocatoria para reclutar jóvenes talentosos que quisieran ser parte de una misión espacial especial. Tomás no dudó en enviar su postulación. Un día, mientras jugaba en el parque, recibió una carta que lo dejó sin aliento.
¡Había sido seleccionado para entrenar como astronauta y viajar al espacio! Tomás se esforzó al máximo durante su entrenamiento y finalmente llegó el gran día del lanzamiento.
Con lágrimas en los ojos, despidió a su familia desde la base espacial y abordó la nave con valentía. "¡Buena suerte, Tomás! ¡Estamos orgullosos de vos!" -gritaban sus padres desde abajo. La nave despegó lentamente hacia lo desconocido mientras Tomás cumplía su sueño de llegar a las estrellas.
Y así fue como aquel niño curioso de Villa Esperanza se convirtió en un verdadero héroe espacial, inspirando a muchos otros a nunca dejar de perseguir sus sueños más allá de lo imposible.
FIN.