Tomás, el niño valiente


Había una vez un niño llamado Tomás, que vivía en una pequeña casa en el campo junto a su mamá y su abuelo. Tomás era un niño muy inquieto y curioso, siempre buscando nuevas aventuras.

Un día, mientras jugaba en el jardín, Tomás encontró un pequeño pajarito herido. El pobre animalito tenía una alita rota y no podía volar. Tomás sintió mucha tristeza al verlo así y decidió llevarlo a la cocina para cuidarlo.

Mientras intentaba calmar al pajarito, Tomás se dio cuenta de que estaba llorando. Su mamá, que estaba cocinando en ese momento, escuchó el llanto del niño y se acercó rápidamente.

"¿Qué te pasa, mi amor? ¿Por qué estás llorando?"- preguntó la mamá preocupada. Tomás levantó sus ojos llenos de lágrimas y le mostró el pajarito herido a su mamá. Ella lo miró con ternura y le dijo:"No llores, mi niño.

Vamos a hacer todo lo posible por ayudar a este pequeñín". La mamá de Tomás tomó una caja de cartón vacía y colocaron cuidadosamente al pajarito dentro.

Luego buscaron información en internet sobre cómo cuidar aves heridas y aprendieron cómo hacerle un nido cómodo para que pudiera descansar mientras sanaba. Tomás se ocupaba todos los días de alimentar al pajarito con insectos que encontraban en el jardín. Le dedicaba tiempo especial para hablarle dulcemente e incluso le cantaba canciones para animarlo.

Poco a poco, el pajarito comenzó a recuperarse. Su alita sanaba y empezó a moverla tímidamente. Tomás estaba lleno de alegría al ver los progresos del pequeño animalito, pero también se sentía triste porque sabía que pronto tendrían que dejarlo volar libremente.

Un día soleado, la mamá de Tomás les dijo:"Hoy es un día muy especial, mi amor. Hoy vamos a llevar al pajarito de vuelta a su hogar en el bosque".

Tomás se entristeció un poco ante la idea de despedirse del pajarito, pero sabía que era lo correcto. Juntos, prepararon una pequeña jaula con puertas abiertas para llevar al pajarito hasta el bosque. Cuando llegaron al lugar indicado, Tomás abrió la jaula y el pajarito salió rápidamente.

Por un momento, pareció dudar si volar o no. Pero luego extendió sus alas y emprendió su vuelo hacia los árboles. Tomás sintió una mezcla de alegría y nostalgia mientras veía cómo el pajarito desaparecía entre las hojas verdes del bosque.

"¿Por qué estás llorando ahora?"- preguntó su mamá con una sonrisa tierna en su rostro. Tomás miró a su mamá y le respondió:"Estoy llorando porque estoy feliz por el pajarito.

Ahora está libre y puede volver a ser feliz en su hogar". La mamá abrazó fuertemente a Tomás y le dijo:"Eres un niño muy valiente y compasivo. Siempre recuerda que ayudar a los demás es lo más importante".

Desde ese día, Tomás aprendió la importancia de cuidar y respetar a todos los seres vivos. Se convirtió en un niño amable y solidario, dispuesto a ayudar siempre que alguien necesitara su apoyo.

Y así, el niño que estaba llorando en la cocina se transformó en un pequeño héroe que dejaba una huella de amor y bondad por dondequiera que pasaba.

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