Tomas, el perro invisible



En una pequeña casa en las afueras de la ciudad, vivía Lionel, un niño de 8 años, junto a su perro Tomas. Lo que nadie sabía es que Tomas tenía un poder especial: podía volverse invisible a voluntad.

Un día, mientras jugaban en el parque, Tomas decidió gastarle una broma a Lionel y desapareció ante sus ojos. Lionel se preocupó al principio, pero luego escuchó la risa traviesa de su amigo canino.

Aunque le sorprendió, Lionel se alegró al ver a Tomas disfrutando de sus travesuras invisibles. A partir de ese momento, Tomas y Lionel se convirtieron en un gran equipo. Juntos, usaron el poder de Tomas para ayudar a quienes lo necesitaban, como encontrar mascotas perdidas o descubrir secretos.

Sin embargo, un día, Tomas desapareció y no volvió a aparecer. Lionel buscó por todas partes, pero no encontró rastro de su amigo.

Justo cuando comenzaba a perder la esperanza, recordó que durante todas sus travesuras invisibles, Tomas siempre dejaba pistas para que Lionel lo encontrara. Con el corazón lleno de determinación, Lionel siguió las pistas y finalmente encontró a Tomas, atrapado en una vieja casona abandonada. Juntos, enfrentaron el miedo y encontraron una salida.

Desde ese día, Lionel entendió que la verdadera fuerza de la invisibilidad de Tomas no estaba en su habilidad, sino en la amistad y la valentía que les permitió superar desafíos juntos.

A medida que pasaba el tiempo, Lionel y Tomas continuaron viviendo aventuras, recordando siempre que lo importante no era el poder de Tomas, sino la amistad que compartían.

FIN.

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