Tómas, el pez volador



En lo profundo del océano Atlántico, vivía Tómas, un pez curioso y soñador.

A diferencia de los demás peces, a Tómas le encantaba observar las aves que volaban sobre el mar y se preguntaba cómo sería vivir fuera del agua. Un día, mientras nadaba por el arrecife de coral, escuchó a una gaviota hablar sobre la vida en tierra firme.

Sus ojos brillaron de emoción al escuchar las historias de la gaviota sobre los bosques, las montañas y los campos verdes. Desde ese momento, Tómas supo que su sueño era explorar el mundo fuera del agua. Decidido a cumplir su sueño, Tómas comenzó a buscar formas de salir del océano.

Consultó con Don Cangrejo, el anciano sabio del arrecife, quien le dijo: "Tómas, para lograr tu objetivo debes encontrar al pulpo mágico que vive en la cueva más profunda".

Sin dudarlo, Tómas se adentró en las aguas oscuras y peligrosas hasta llegar a la cueva del pulpo mágico. El pulpo le dijo: "Para cumplir tu deseo de vivir fuera del agua, debes superar tres pruebas: resistir la presión del abismo, esquivar los tentáculos eléctricos y encontrar la perla dorada en el jardín submarino".

Con valentía y determinación, Tómas enfrentó cada prueba con ingenio y coraje. Logró resistir la presión del abismo recordando las historias de sus antepasados sobre la importancia de mantenerse fuerte ante las adversidades.

Esquivó los tentáculos eléctricos recordando los consejos de Don Cangrejo sobre cómo moverse ágilmente bajo el agua. Finalmente, llegó al jardín submarino donde encontró la perla dorada brillando entre las algas. Al tomarla en sus aletas sintió una energía cálida recorrer todo su cuerpo.

De repente, una luz intensa lo envolvió y cuando pudo abrir los ojos se dio cuenta de que estaba flotando en el aire. - ¡Increíble! ¡Estoy volando! -exclamaba Tómas emocionado mientras batía sus aletas transformadas en alas.

La gaviota que había conocido antes pasaba por allí y al verlo le dijo:- ¿Qué haces aquí arriba? ¿Eres un pez volador? - Sí -respondió Tómás con orgullo-, gracias a mi determinación pude cumplir mi sueño de vivir fuera del agua.

Desde ese día, Tómás recorrió cielos y tierras desconocidas compartiendo su historia con todos aquellos que encontraba en su camino. Les enseñaba que con esfuerzo y valentía cualquier sueño puede hacerse realidad si uno cree en sí mismo.

Y así fue como Tómás el pez que soñaba con vivir fuera del agua inspiró a todos a seguir adelante sin importar cuán imposible pareciera su objetivo.

Porque cuando se tiene un corazón valiente y una mente decidida no hay límites para alcanzar nuestros sueños más anhelados.

FIN.

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